Andalucía extiende el libro digital a la ESO
EUROPA PRESS
05/07/201118:30 h.El Consejo de Gobierno ha aprobado este martes el nuevo decreto que regula el depósito, el registro y la supervisión de los libros de texto, así como su procedimiento de selección por parte de los centros docentes públicos. Como novedades de esta nueva norma, que sustituye a la vigente desde el año 2000, se encuentran la extensión del libro digital al primer curso de la Educación Secundaria Obligatorial (ESO) y la limitación de su contenido a la licencia otorgada por la Junta para evitar una posible licencia a terceros.
Según ha explicado en rueda de prensa el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, el libro digital se seguirá utilizando en los 82 centros escolares que este año ya han trabajado con él de manera experimental y se ofrecerá, asimismo, esta oportunidad a la totalidad de institutos que así lo deseen para el próximo curso escolar. Andalucía se convierte así, tal y como ha resaltado, "en pionera, una vez más" en el ámbito educativo. No en vano, en septiembre contará con un total de 12.600 aulas digitales, 3.000 más que este recién acabado curso.
Pese a esta apuesta por lo digital, la Junta ha puesto especial celo en acotar los elementos que podrán contener estos libros digitales, prohibiendo que las ediciones electrónicas presenten contenidos "extra" o "enlaces" que precisen de licencias a terceros para su uso o acceso a los mismos. Además, también ha precisado en el nuevo decreto que estos libros tienen que adaptarse al 'software libre' y al equipamiento de los centros educativos para garantizar su compatibilidad y, en el caso de que se trate de material distribuido a través de Internet, tener contenido de apoyo en soporte físico o descargable en el ordenador personal del alumno.
Otra novedad es que se podrán realizar de forma telemática los trámites de inscripción, renovación o modificación del material en el Registro de Libros de Texto por parte de los editores. En el caso de la edición impresa, la solicitud se acompañará de un ejemplar que quedará en depósito en la sede de la Consejería de Educación.
La inscripción tendrá una vigencia de cuatro años, periodo en el que los libros impresos no podrán ser modificados. Además, mientras esté en vigor la selección realizada por cada centro, las editoriales deberán garantizar la disponibilidad de ejemplares en el mercado. En el caso de la edición digital, estas empresas tendrán que comunicar a la Administración educativa las modificaciones que se produzcan en sus contenidos. El registro actualizado estará disponible para su consulta en la web de la Consejería de Educación.
Respecto al procedimiento de selección, en aplicación de los nuevos reglamentos de organización de los centros educativos públicos que han entrado en vigor este curso, corresponderá al Consejo Escolar la aprobación de los libros de texto a propuesta de los órganos de coordinación didáctica, reforzando de este modo el papel del profesorado.
Los libros de texto seleccionados deberán estar en coherencia con los aspectos técnicos-pedagógicos recogidos en el proyecto educativo del centro así como adaptarse a las edades del alumnado y a los contenidos aprobados por la Administración educativa. La nueva norma incorpora además nuevas exigencias como el respeto a los principios, valores, libertades, derechos y deberes constitucionales y estatutarios; la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, y la inclusión de contenidos y actividades relacionados con la educación en valores y la cultura andaluza.
DEFENSA DEL PROGRAMA DE GRATUIDAD
Explicadas las novedades del nuevo decreto sobre los libros de texto, el consejero ha realizado una defensa del sistema de gratuidad llevado a cabo por la Junta de Andalucía y que, según ha apuntado, es "mucho más ventajoso" en términos económicos que el impulsado por otras comunidades autónomas y que se basan en la emisión de cheques-libro todos los años, sin posibilidad de reutilización alguna.
Álvarez de la Chica ha explicado que el "tránsito de libros" en los centros andaluces permite ahorrar casi 400 millones de euros anuales ya que, si la Administración tuviera que comprar todos los años todos los libros gastaría en torno a 658 millones y, en cambio, renovándolos cada cuatro, el gasto se reduce a 278 millones. Además, ha recordado que, salvo excepciones, los alummos cuidan muy bien de los libros de texto.
De otro lado, aunque directamente relacionado con los libros de texto, el consejero ha anunciado que su departamento está trabajando en la adecuación de los contenidos de los mismos "a la realidad educativa". Así, ha informado de la constitución de un grupo de expertos que ya está trabajando en analizar cómo las actividades de los libros deberían servir para desarrollar y asimilar las competencias básicas y no solo para memorizar conceptos. "Queremos que las actividades estén directamnete relacionadas con las competencias que los alumnos tienen que aprender", ha recalcado.