Atenas recuerda con disturbios al joven asesinado por la policía

Las brigadas antidisturbios dispersaron con bombas de sonido a unos 400 encapuchados que rompieron vitrinas de tiendas y de sucursales de bancos y destruyeron mobiliario urbano durante las manifestaciones de estudiantes y docentes.

En total, unas 10 personas han sido detenidas y tres han resultado heridas leves, según las últimas informaciones policiales.

Medios locales informaron de que grupos de radicales se estaban concentrando en el barrio de la Exarhia, el punto donde hace dos años cayó abatido el joven Alexis Grigorópulos, de 15 años, por los disparos de un policía.

La emisora "Flash" informó de que brigadas de antidisturbios se desplazaron a la zona para dispersar a los radicales, y que había vehículos ardiendo.

Otros grupos se congregaron ante el Parlamento para luego continuar hacia la Universidad, donde fueron dispersados por la Policía con gases lacrimógenos, a lo que los manifestantes respondieron lanzando piedras.

También se han registrado enfrentamientos duros en la Plaza Syntagma, cerca del Parlamento, donde los agentes respondieron con gases lacrimógenos a los ataques con piedras y palos de parte de los manifestantes violentos.

Muchos comerciantes cerraron sus comercios para evitar que fueran dañados durante las protestas.

El asesinato de Grigorópulos el 6 de diciembre de 2008, desató una ola de violencia sin precedente que se extendió durante varias semanas e incluso se contagió a otros países.

Estudiantes y colectivos radicales protagonizaron auténticas batallas campales que provocaron enormes daños al comercio del centro de la capital y alteraron la actividad cotidiana en la ciudad.

A la tensión por el segundo aniversario de la muerte del joven, se une también el descontento popular por las severas medidas de austeridad aplicadas por el Gobierno socialista para salvar al país de la quiebra.

Según cálculos de la Policía, en las protestas de hoy en Atenas participaron hacia el mediodía unas 5.000 personas que enarbolaban pancartas con lemas como "No se atrevan a tocar a la juventud y a su futuro".

A las protestas se han sumado los funcionarios, con un paro de tres horas que afectó el funcionamiento de los ministerios, las oficinas públicas, los colegios y guarderías públicas y los hospitales, que atendieron sólo casos de emergencia.

En diversos puntos de la capital las comisarías fueron rodeadas por alumnos y profesores en un gesto simbólico contra la violencia policial y se celebraron responsos en el lugar donde cayó abatido Grigorópulos, un barrio conocido por ser punto de encuentro habitual de grupos anarquistas.

Los responsables de la muerte del menor, el policía Epaminontas Korkoneas, fue condenado a cadena perpetua por "el asesinato intencionado" y su colega, Vasilis Saraliotis, a diez años de cárcel, el pasado octubre por un tribunal griego.

Además de por las manifestaciones, las fuerzas de seguridad están en estado de alerta tras la detención el pasado sábado de seis personas y la confiscación de armas que se creen iban a ser empleadas en atentados, coincidiendo con el aniversario del asesinato del adolescente.

"Teníamos información que nos llevaba a la conclusión que los terroristas preparaban un atentado", afirmó hoy a la emisora "Radio 9" el portavoz de la policía, Panagiotis Kokalakis.

Otros dos detenidos están relacionados con el grupúsculo anarquista terrorista "Conspiración de los Núcleos de Fuego", que se atribuyó el envío de paquetes bomba en noviembre contra embajadas extranjeras y personalidades y organizaciones europeas, que causaron heridas leves a una persona.

Adriana Flores Bórquez