En Gordesola, Vizcaya, la policía investiga a los dueños de una finca en la que había hasta ocho caballos muertos y otros a punto de perecer. El dueño se ha defendido diciendo que la persona encargada de darles agua y comida lleva 3 días sin subir al monte. Pero el estado de los equinos no responde a esa realidad. Hay algunos ejemplares que han sobrevivido en un penoso estado y que durante horas han saciado su sed y su hambre.