Cárcel para una trama de médicos y farmacéuticos por estafar al Catsalut más de 200.000 euros
EUROPA PRESS
18/02/201517:43 h.Los médicos Francesc C., Eleuterio E., Inocencio José V. y Luis R. suministraron recetas médicas a Víctor V. "sabedores de que no se trataba de recetas propias y que se les daría una utilización y destino fraudulentos", recoge el relato de los hechos de la sentencia de la Sección Décima de la Audiencia recogida por Europa Press.
Víctor V. rellenaba las recetas y acudía con Carlos B. a distintas farmacias de la provincia de Barcelona para buscar medicamentos de alto precio, "que se facturaban al Catsalut pese a que las recetas presentadas no estaban prescritas a los pacientes que constaban ni por los médicos que figuraban".
Concretamente, a una farmacia de la calle Rosselló de Barcelona de la titular Montserrat B. y donde trabajaba su marido Luis P.; otra de la avenida Macià de Vilanova i la Gertrú (Barcelona) de Jose Antonio M.; otra de Pascal C. en las que trabajaba Juan María M. ubicada en la avenida Gaudí de la capital catalana y una última de Josep C. en la calle Maresme también de Barcelona; todos ellos condenados por integrar la trama.
Tras conseguir los fármacos, Víctor V; y Carlos B. los envasaban en nuevas cajas a las que añadían número de lote, fecha de caducidad y precio, y las enviaban a la distribuidora Sisena Distribució --ahora inactiva-- de Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona), que las reenviaba a las empresas de su círculo Centro Europeo de Reparto de Farmacia de Catalunya (Cerf) y a Grosfarma.
El jefe de ventas de Sisena, Lluís V, el comercial de la misma José A., el directivo de Cerfc José Antonio U. y el representante de Grosfarma Miguel M. "participaban activamente en la adquisición de dichos medicamentos a pesar de conocer el origen fraudulento".
RECETAS MANIPULADAS
Víctor V. y Carlos B. entregaban después en las farmacias de los acusados las recetas manipuladas --en la firma o sello médico junto con cupones precintos creados por ellos mismos-- y los farmacéuticos, sabiendo su origen fraudulento, las enviaban al cobro al Catsalut.
Por último, el acusado Francisco O., como director regional de Catalunya de ICN Hubber, suministraba a Carlos B. productos farmacéuticos de este laboratorio "para junto con los cupones precintos ser entregados con las recetas mencionadas al Catsalut y obtener el cobro del producto".
El Servicio Catalán de Salud abonó todas las recetas emitidas "al desconocer el origen fraudulento de las mismas", concluye la sentencia.