El cazador asegura que no recuerda cómo ni por qué disparó

Con la cabeza gacha, esposado y rodeado por decenas de policías baja del furgon policial Ismael Rodíguez, el asesino confeso de los 2 agentes rurales. Se dirige al lugar donde los mató, al coto de caza de Aspa, en Lleida para intentar reconstruir los hechos ante el juez. Le han traído su escopeta, y un agente se tumba en el suelo como si fuera una de las víctimas. El juez espera que esta recosntrucción le refresque los recuerdos. Hasta ahora sólo ha contado que los dos hombres le dieron los buenos días y le pidieron que descargara la escopeta. No recuerda, dice él, que les disparó 3 tiros en la cabeza. A 5 metros de distancia. Luego Ismael comenzó a correr por el olivar y llamó al 112. Sólo entonces dice se dio cuenta del crimen. Hoy ha salido de la reconstruccion muy serio, mirando a las cámaras. Ya veremos si el juez cree su versión.