Cerrada la calle Mayor de Madrid para prevenir manifestaciones
EUROPA PRESS
17/06/201110:20 h.La Policía Municipal ha blindado los alrededores de la plaza de la Villa y ha cerrado al tráfico la calle Mayor este viernes para prevenir cualquier manifestación o altercado con los 'indignados' durante la celebración de un Pleno municipal, a la vista de los sucesos ocurridos durante los dos últimos días en otros lugares del país.
Así, agentes de la Policía Municipal han colocado vallas en las entradas de la calle Mayor tanto por Bailén como desde la plaza de San Miguel, como ya hizo el sábado pasado durante el Pleno de Investidura, para evitar que los potenciales manifestantes pudieran llegar hasta la plaza de la Villa.
De hecho, esto ha causado problemas de acceso también a los vecinos y comerciantes de la zona, ya que los agentes no permitían el paso a nadie que no pudiera acreditarse convenientemente. Y es que el sábado pasado un centenar de 'indignados' acabó realizando una sentada en la calle Sacramento, dificultando así la salida de los concejales de la Casa de la Villa.
Sin embargo, finalmente nadie se ha presentado en este céntrico lugar de la capital, y el Pleno se ha podido desarrollar con tranquilidad. A las 10.30 horas la Policía Municipal había ya desmontado las vallas y se había restablecido la circulación.
En cualquier caso, la medida no ha gustado a algunos. Según ha explicado el portavoz socialista en el Consistorio, Jaime Lissavetzky, el dueño de uno de los bares que hay en la zona se ha declarado "muy enfadado" porque decía que "no entraba nadie" y que ya era "la tercera vez en una semana" que se producía una situación similar.
"JUSTO Y LÓGICO"
Sin embargo, ninguno de los dirigentes de la oposición municipal ha criticado la decisión del Gobierno local de adoptar estas medidas de seguridad, vistos los precedentes de los últimos días. Así, el portavoz del PSOE ha señalado que "las medidas de seguridad están bien" aunque ha apostado por "ir rebajando poco a poco la situación de la sociedad". "Creo que irá tranquilizándose un poco y espero que todo vuelva a la normalidad, respetando el derecho a protestar para quienes quieran hacerlo de modo pacifico", ha añadido.
Por su parte, el portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), David Ortega, que ha llegado hasta la Casa de la Villa "en autobús" ha recomendado "preguntar a los técnicos" sobre la pertinencia de la medida, aunque ha abogado por que se adopten iniciativas "de otro tipo". "Es verdad que con el 15M el tema está calentito y hay algunos problemas, pero en este caso no ha pasado nada", se ha congratulado.
Finalmente, la presidenta del Pleno, Paz González, ha señalado precisamente que "es justo y lógico" adoptar las medidas necesarias para que hoy se pudiera celebrar la sesión "con absoluta normalidad".
QUEJAS A RUBALCABA
Precisamente hace unos días, el primer edil capitalino, Alberto Ruiz-Gallardón, reclamó al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no esquive sus responsabilidades y que tome medidas con respecto a los 'indignados', que unos días antes habían protagonizado una 'cacerolada' a las puertas de su casa.
Hoy, Lissavetzky ha explicado que el alcalde debería "ejercer sus competencias" y "olvidarse un poco de algunos aspectos que, en muchos casos, tienen que ver con su deseo nacional". "Es curioso cómo últimamente se refiere frecuentemente al Gobierno de la Nación y, muy especialmente, a Rubalcaba", ha añadido.
Además, ha defendido a su compañero de partido opinando que "las decisiones se toman de una manera acertada" ya que se deben permitir las "manifestaciones pacíficas" que los ciudadanos quieran convocar pero nunca "todo lo que pueda constituir un delito" como por ejemplo manifestarse frente al Congreso mientras se está celebrando un Pleno.