Científico del IPCC duda que se pueda evitar que la temperatura media del planeta aumente 2ºC al final del siglo

Durante su participación en las jornadas 'Los cambios bruscos. Ciencia y Medios de Comunicación' organizadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Stocker ha asegurado que lograr que la temperatura global no aumente en más de 1 grado centígrado es ya un objetivo "perdido" e "inalcanzable".

Así, ha advertido de que el reto de no superar 1,5 grados centígrados de incremento está "muy cerca" de no poder alcanzarse y ha insistido que para llegar a la meta de frenar el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 2 grados centígrados antes de 2050 sería necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 10 por ciento cada año a partir de 2035. "Eso sería un montón", ha apuntado, dando a entender la dificultad de conseguirlo, aunque desde el punto de vista académico sería posible lograrlo, dependiendo de la actividad industrial.

Sin embargo, considera que, de todas formas, este reto es aún posible siempre y cuando se potencien las políticas de reducción y mitigación y ha precisado que si se elimina la deforestación de rebajarán en un 15 por ciento las emisiones. Por ello, ha subrayado que hay "muchas maneras" de reducir las emisiones "si se quiere".

MEJOR MITIGAR QUE ADAPTAR

Además, ha asegurado que personalmente no cree que la Tierra se encuentre en un "punto de no retorno" pero ha indicado que, incluso si se frenan las emisiones de GEI todavía se podría llegar a ese punto si no se actúa en mitigación. En todo caso, ha manifestado que los efectos del cambio climático, más allá de detenerlo, van a durar bastantes siglos.

"Según el tiempo que estemos sin mitigar, la ventana de oportunidades de frenar el cambio global se estrecha", ha insistido.

En su opinión, aquellos que dicen que el mundo se puede "adaptar" al cambio climático "son muy cínicos" porque ignora el resto de los efectos del cambio global. En rueda de prensa con periodistas, ha debatido sobre los escépticos y los negacionistas del cambio climático y ha manifestado que esta no es una cuestión de fe, sino de creer datos que han pasado por muchos filtros de contraste.

En este contexto, Stocker ha explicado cómo se descubrieron los cambios abruptos del clima en periodos muy cortos, de entre 50 y 100 años y cómo afectan al ser humano, así como las variaciones de la circulación termoalina de la atmósfera. Por ejemplo, ha dicho que hay una zona de Groenlandia en la que el cambio de clima se habría producido en sólo un año, de ahí la importancia de conocer datos exactos de los modelos climáticos e intentar utilizar los modelos en las predicciones futuras.

Respecto a las incertidumbres de cómo será el clima dentro de 100 años, el científico estima que todo dependerá de cuanto se limiten las emisiones de CO2, de cuantos combustibles fósiles se quemen o de la actividad industrial del tiempo presente.

Por su parte, el profesor de la Universidad de Barcelona Miquel Canals ha valorado que será preciso mitigar si la sociedad no quiere estar permanentemente en proceso de adaptación a los cambios, y ha defendido que la mitigación pone valor sobre la inversión, ya que garantiza la adaptación a niveles o incrementos de la temperatura razonables.

Sobre los científicos, ha dicho que son escépticos por naturaleza, pero que se trata de un escepticismo sano que es bienvenido a la hora de valorar los datos. En su opinión, otra cosa son los negacionistas que niegan la evidencia de los datos y porque en gran parte de sus formulaciones ofrecen sus opiniones y creencias.