Comparte las fotografías de su hijo mientras lo rapaban tras diagnosticarle una leucemia
Informativos Telecinco
22/06/201814:16 h.Nichole y Colin Brook, que viven en Texas, han contado cómo Wyatt, adoptado al nacer, comenzó a tener una fuerte erupción que no les preocupó demasiado.
Trataron de remediarlo, pero después de varios días decidieron llevarlo al médico, que tras realizarle varias pruebas y analíticas, comprobaron que el pequeño no estaba bien.
La historia, que ha publicado la revista People, revela la desesperación de su madre, de 40 años: "No daba crédito, no tengo palabras para describir lo que sentí; pensé que se habían contaminado las muestras en el laboratorio. No faltó un día en el que le preguntaba a los médicos si estaban seguros que tenía cáncer".
La mujer, madre de otros dos hijas, de cuánto le costó reaccionar. "Mi corazón se rompió y no pude respirar. No tenía idea de cómo superaríamos esto y estaba aterrorizado por lo que tendría que soportar para vencer esto ".
Ella y su marido, que adoptaron a Wyatt a sabiendas que era síndrome Down y que tenía problemas cardíacos congénitos, estaban destrozados.
Siempre supieron que Wyatt era "el complemento perfecto para la familia" y que "no cambiarían nada".
La familia reaccionó y Wyatt comenzó rápidamente el tratamiento para combatir la leucemia linfoblástica aguda que padece.
Nichole, preocupada por las consecuencias de la quimioterapia la entristecía que perdiera poco a poco su pelo.
Así que decidieron raparlo antes de que el pequeño comenzara a perder el pelo. "para los padres es una sensación desgarradora, que te recuerda que el niño está enfermo".
"En lugar de entristecernos, decidimos actuar y convertimos la calvicie en un acto de valentía". Una enfermera del hospital donde recibe el tratamiento se puso manos a la obra y las imágenes inmortalizan el emocionante momento.
El nuevo look de Wyatt
Wyatt, que se comunica por el lenguaje de signos, dijo que le gustaba su nuevo yo.
"Sonríe y se frota la cabeza todas las noches cuando tiene sueño ", cuentan sus padres.
Nichole y Colin Brook admiten lo difícil que es llevar esta batalla, pero viven los días uno a uno. "Lo más difícil que hemos enfrentado", dicen sin dejarse llevar por la desesperanza.
"Estamos comenzando y esperamos un largo viaje, pero estamos llenos de esperanza", aseguraron.