Continúan cortadas al tráfico nueve carreteras en la Región de Murcia

Un total de 26 personas y 15 máquinas de los Servicios de Conservación de Carreteras de la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio están trabajando para recuperar la normalidad.

La situación más complicada de la red autonómica de carreteras se encuentra en Lorca y Puerto Lumbreras, y el Servicio de Conservación tiene desplazadas a la zona un total de seis máquinas, a la que se incorporarán dos más que acaban de concluir sus trabajos en Jumilla.

El consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Antonio Sevilla, se ha desplazado a la zona más afectada para supervisar las tareas.

Así, las carreteras de tercer nivel D-8, D-10, D-12, D-17, D-19 y D-26, así como la RM-621 continúan cortadas y no se prevé actuar en ellas hasta que no baje el nivel del agua provocado por las lluvias del viernes, a excepción de la D-26, en la que se trabaja intensamente para poder abrirla lo antes posible.

Continúan abiertas las RM-620 y la RM-11 (Lorca-Águilas). La primera está totalmente despejada de arrastres de tierra gracias a la labor de limpieza realizada durante la noche.

Estas dos últimas vías regionales están sirviendo de alternativa de las carreteras de gran capacidad A-7 y AP-7, también cortadas al tráfico por los efectos del temporal.

De igual forma, la carretera RM-517, que discurre entre Cehegín y Caravaca de la Cruz, sufrió el viernes un desprendimiento de tierra que provocó su cierre.

La alternativa a esta carretera es la RM-15, que se encuentra en perfectas condiciones y discurre en paralelo a la de Cehegín-Caravaca.

Además, sigue cortada la vía RM-C-20, que discurre entre Mula y Camino del Curtis, porque actualmente es peligrosa para la circulación por los arrastres de tierra ocasionados durante las lluvias.

Por contra, prosigue la normalidad en las vías autonómicas que discurren por el Campo de Cartagena, Altiplano y Vega del Segura. La maquinaria de los Servicios de Conservación de la Comunidad sigue despejando los arrastres de tierra producidos en las vías de estas zonas, aunque esos trabajos no impiden en modo alguno la circulación.