Desalojados los activistas de Greenpeace que bloqueaban el Consejo de la UE

Los agentes han tenido que arrastrar a muchos de ellos que se negaban a abandonar la entrada y la mayoría han sido arrestados, confirmó a Efe la portavoz española de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Aida Vila.

La protesta se produjo en mitad de la expectación que ha generado el encuentro entre el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.

Vestidos de amarillo, representantes de la organización se encadenaron hacia las once de la mañana a la puerta del edificio Justus Lipsius, donde se reúnen los Veintisiete, cortando el paso por completo.

El objetivo de esta acción es protestar por la falta de compromiso "claro" sobre la financiación que la UE está dispuesta a dedicar a las medidas de adaptación al cambio climático en países en desarrollo, una cuestión que tienen previsto abordar hoy los ministros.

"Pedimos un apoyo financiero concreto para países en vías de desarrollo", indicó a Efe un portavoz de Greenpeace, Joris den Blanken.

Greenpeace considera que esta financiación uno de los "elementos clave" de la lucha contra el cambio climático y de la cumbre de Naciones Unidas que tendrá lugar en Copenhague a finales de año para negociar un nuevo acuerdo internacional que sustituya al de Kioto tras 2012.

La ONG cifra en 110.000 millones de euros la cantidad que los países industrializados deberían aportar para ayudar a las naciones más pobres "a hacer frente a un fenómeno del que no son responsables".

De ese total, la UE debería comprometerse al menos a aportar 35.000 millones, según la organización.

Los ministros europeos de Medio Ambiente señalaron la semana pasada que para poder cumplir con los objetivos de reducción de emisiones y evitar que la temperatura del planeta aumente por encima de dos grados centígrados se necesita una inversión adicional de 175.000 millones de euros anuales en 2020.

Vila considera que esta cantidad -que incluye financiación pública y privada- no es adecuada para iniciar las negociaciones: "es una cuestión de justicia", ya que sin un compromiso representativo no se puede exigir nada a los países pobres.

Fuentes comunitarias explican que el no mencionar una cifra concreta tan pronto es una cuestión estratégica de cara a las negociaciones internacionales de Copenhague.

Greenpeace, sin embargo, considera que "sería un avance coherente, ya que los países industrializados son los que tienen que liderar en la lucha contra el cambio climático".