Francisco se reúne con el clero romano y le ofrece su reflexión sobre la misión pastoral

ROMA, 16 Sep. (EUROPA PRESS)

Antes del encuentro, el vicario del Papa para la diócesis de Roma, el cardenal Agostino Vallina, había enviado, a petición del Pontífice un texto escrito en 2008 por el entonces cardenal Bergoglio en el que reflexionaba sobre "la identidad sacerdotal a la luz del Documento de Aparecida, en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano".

El documento destaca la toma conciencia de los cambios de época, "no como múltiples sentidos parciales que cada uno puede encontrar en las acciones cotidianas que realiza, sino al sentido que da la unidad a todo lo que existe".

Además, en el texto, Bergoglio presenta la misión como propuesta y desafío ante estos cambios y anima a los párrocos a ser "un ardoroso misionero que vive el constante anhelo de buscar a los alejados y no se contenta con la simple administración". También reitera que "una transformación de la acción pastoral y una consecuente acción pastoral transformadora sólo podrá producirse cuando haya sido mediada por la transformación interior de los agentes de pastoral y miembros de la comunidad que la componen".

El Pontífice ha realizado este encuentro de forma privada y ha llegado veinte minutos antes de la cita programada, que era a las 10.00 horas en un Ford focus azul y con poca escolta. Se trata de un evento anual que era presidido por el cardenal vicario de Roma y que en esta ocasión por primera vez ha participado el Pontífice directamente, según ha informado el diario italiano Il Messaggero.

El cardenal Vallini ha destacado, al inicio del encuentro que "los sacerdotes de Roma aman al Señor, son fieles a su vocación, generosos en el ejercicio de sus responsabilidades pastorales, acogedores y amables con todos".

Sin embargo, el vicario del Papa para la diócesis de Roma ha reconocido "la fatiga en la tarea de llevar hacia adelante y adecuar su ministerio en la transmisión de la fe" en la actualidad.

Asimismo, Vallini ha destacado los "múltiples gestos y signos de sobriedad y sencillez" de Francisco así como también su deseo de cercanía a todos, sobre todo, a los pobres, el lenguaje directo y esencial y la valentía de la denuncia" que han provocado "confianza, esperanza y acogida favorable en muchas personas, sobretodo lejanas".