Greenpeace se felicita de la cancelación del megaproyecto turístico Cabo Cortés, promovido por la española Hansa Urbana
EUROPA PRESS
15/06/201221:42 h.En un comunicado, la ONG ha aplaudido el anuncio del presidente mexicano, Felipe Calderón, de cancelar el megaproyecto y ha reclamado la dimisión de los funcionarios responsables de dar la autorización ilegal a este proyecto, que deben asumir sus responsabilidades o ser obligados a ello.
Para Greenpeace, que la semana pasada entregó 220.000 firmas ciudadanas para pedir la cancelación del megaproyecto turístico, esta decisión supone "una victoria de la ciudadanía frente a los intereses depredadores de las empresas" que debe servir de ejemplo "de que otro modelo de turismo y de apuesta de futuro por el litoral es posible".
Según recuerda la ONG, el proyecto de Cabo Cortés, presentado por la promotora española Hansa Urbana, ocuparía una extensión superior a 3.800 hectáreas para construir una marina de 490 amarres, instalada sobre las dunas costeras, 27.000 habitaciones y dos campos de golf, entre otras infraestructuras.
Fue autorizado, según Greenpeace, "en un proceso plagado de irregularidades, y contra la opinión de las principales agencias medioambientales" del gobierno mexicano y en el área limítrofe con el Parque Nacional de Cabo Pulmo, un Parque Nacional Marino protegido desde 1985, y una de las reservas biológicas más ricas del planeta, además de ser Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Greenpeace ha llevado a cabo desde marzo una campaña de recogida de firmas, pidiendo a la ciudadanía su voto para la conservación de Cabo Pulmo. "En tres meses, más de 222.000 personas votaron por la cancelación del proyecto y la conservación del arrecife, apostando por la conservación de los recursos naturales de cara al futuro y por un modelo de turismo sostenible, en lugar de por los intereses cortoplacistas de algunas empresas y políticos", ha señalado Alejandro Olivera, portavoz de Greenpeace México.
"La empresa Hansa Urbana es sólo un ejemplo de empresas españolas vinculadas al sector inmobiliario y turístico que han devastado primero nuestras costas y luego, con la crisis, han ido a promover el mismo modelo destructivo en otros lugares, como México, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo que ya se están viendo aquí. La cancelación de Cabo Cortés debería servirles de lección, y mostrar que otro modelo de desarrollo y de turismo es posible, pese a que no sirva a sus intereses", ha concluido por su parte Mabel González, área de Investigación e Incidencia de Greenpeace España.