La Iglesia española se organiza para responder a los refugiados con "hospitalidad, dignidad y derechos"

El documento, que marcará el trabajo de la Iglesia en España con migrantes y refugiados, aúna el discurso de todas las entidades "sobre el hecho migratorio en todas sus vertientes" desde la "convicción" de que es "necesario sensibilizar a las propias comunidades cristianas en la defensa de los derechos" de estas personas y "en el cultivo y desarrollo de una cultura de la acogida del diferente inspirada en la hospitalidad".

Las entidades firmantes apuntan "ciertas sombras del actual horizonte político" en el texto y advierten de que se están creando "categorías sobre las personas que se encuentran en situación de movilidad, al situar en lugar preferente los derechos de unas personas solicitantes de asilo de un determinado conflicto o de un determinado país ante los de otros solicitantes y los de otras personas migrantes".

En esta línea, describen la situación actual y dan por constatado que "no es sólo una emergencia, sino el resultado de una política orientada exclusivamente al control de flujos", que "no afecta solamente a las personas en busca de protección internacional sino a la dignidad y los derechos de todos los migrantes" y que "es imprescindible activar en Europa una mirada larga que aborde las causas de las migraciones".

Así proponen la puesta en marcha en Europa de un plan urgente de acogida humanitaria e integración así como medidas que puedan "atajar las causas de la migración involuntaria" como la guerra, el cambio climático o la pobreza. Piden aumentar hasta el 0,7% del PIB la Ayuda Oficial al Desarrollo y "exigir a la ONU su apoyo a aquellas acciones que aseguren la paz en zonas de conflicto", entre otras.

Por otra parte, esta Red Intraeclesial ha acordado trabajar de forma conjunta y coordinada tanto a nivel interno como ante a los poderes públicos en defensa de unas políticas de acogida e integración que incidan en el cambio de estereotipos y en "combatir los discursos racistas y xenófobos" en la sociedad.

Con esta iniciativa, las organizaciones que integran la Red quieren responder a la pregunta del Papa en su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado 2016: "¿Cómo hacer de modo que la integración sea una experiencia enriquecedora para ambos, que abra caminos positivos a las comunidades y prevenga el riesgo de la discriminación, del racismo, del nacionalismo extremo o de la xenofobia?".