La reaparición pública de Iñaki Urdangarin junto a la familia real el pasado 25 de Noviembre, tras la operación de cadera del Rey Juan Carlos, hizo creer a muchos que se había producido un acercamiento del Duque de Palma a La Zarzuela. Para desmentirlo, justo dos meses después, el apartado dedicado a Urdangarin en la web oficial de la Casa Real ha sido retirado esta madrugada. Se trata de "marcar las distancias entre la vida familiar y la Institución", indica un portavoz.
Lo cierto es que, para quienes trabajan en La Zarzuela, resulta difícil hacer entender a la opinión pública que el Duque de Palma está completamente apartado de las actividades oficiales pero no de las reuniones familiares, puesto que sigue siendo el esposo de la Infanta Cristina y yerno del Rey. Por eso ven lógico que vaya a visitar a su suegro cuando acaban de operarle, aunque son conscientes del efecto dañino que produce esa imagen. La decisión adoptada esta madrugada pretende "recordar de nuevo cuál es la posición de de la Casa del Rey" ante el Caso Nóos, explica el mismo portavoz.
Se trata del cuarto posicionamiento público desde que estalló este presunto caso de corrupción. En diciembre de 2011, el Jefe de la Casa Real, Rafael Spotorno, comunicó la salida de los Duques de Palma de la agenda oficial de actos tras calificar el comportamiento de Urdangarin como "poco ejemplar". Unos días más tarde, don Juan Carlos -en su tradicional discurso de Navidad- afirmó que "la justicia debe ser igual para todos", dando a entender cuál era su opinión en este asunto. También se posicionó don Felipe, hace un año, al poner la Fundación Príncipe de Girona como ejemplo de cómo debe ser una entidad de estas características.
No hay que olvidar tampoco que con la salida de Urdangarin de la página de La Zarzuela en internet concluye un mes especialmente difícil para la Institución por las últimas novedades del Caso Nóos. La aparición de la Princesa alemana Corina y el Secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, en los correos electrónicos facilitados por Diego Torres junto a la nueva petición de comparencencia -y la jocosa forma de firmar- del Duque de Palma han asestado un duro golpe a la monarquía.
Reuters/Casa Real