La Infanta tranquila y arropada tras su imputación

La decisión de imputar a Cristina de Borbón se ha tomado tras revisar los últimos correos electrónicos aportados por el exsocio de Urdangarín, Diego Torres y decidir que la partición de la Infanta fue decisiva. El juez Castro ha citado a declarar a la Infanta Cristina el próximo 27 de abril a las 10.00h.

Pero la Infanta se puede sentir bien arropada. Así se la ha podido ver tranquila esta mañana saliendo de casa a las 9:05h para dirigirse como todos los días a sus lugar de trabajo, siguiendo con su rutina. A su llegada a la Caixa, Cristina ha entrado a pie, con gafas de sol y chaqueta verde esperanza para seguir su día a día. Su semblante era serio pero tranquilo. Y no es para menos. A pesar del duro trance, ayer se podía sentir más que respaldada.

La Fiscalía Anticorrupción ha recurrido la imputación y el juez les ha dado cinco días para preparar el recurso.

Los Duques de Palma también se veían arropados en todo momento por sus amigos y allegados. Ayer las visitas al Palacete de Pedralbes eran frecuentes. Estos se quedaron con la pareja hasta la hora de cenar.

También les visitó el abogado de Iñaki Urdangarín, Mario Pascual Vives, tras la imputación. El abogado llegó en moto sobre las 18:00h. El letrado estuvo dos horas reunido con los Duques, y le mostró su apoyo a la Infanta Cristina tras decir a los medios que está "encantado" de defender a la hija del Rey en los tribunales: "sería un honor defender a la Infanta, pero no sé si me va a corresponder". Aunque la Casa Real aún no le ha comunicado si será él a quien le encarguen el cometido.

Mientras en Madrid, desde la Casa Real mostraban su "sorpresa" por la imputación de la Infanta, y por el "cambio de posición" del juez José Castro, instructor del caso Nóos. Estos han manifestado su "absoluta conformidad" con la decisión de las Fiscalía Anticorrupción, "En su posición procesal de imparcialidad y defensa de la legalidad", un gran espaldarazo por parte de la Familia Real.

Carlos García Revenga, secretario de las Infantas y extesorero simbólico del Instituto Nóos tal y como él ha explicado, visitó a la Infanta Elena en su casa tras la imputación de su hermana. Hacía tiempo que no se dejaba ver por allí.

Todos los miembros de la Casa Real, incluidos las hermanas del Rey se mantuvieron recluidos en un día en el que por primera vez era imputada una persona de la Familia Real.