Interceptado un yate con más de 3.300 kilos de hachís en aguas del mar Mediterráneo

Los arrestados son presuntos integrantes de una organización que había establecido en Alicante la infraestructura necesaria para transportar, almacenar y distribuir importantes cantidades de estupefaciente. Supuestamente simulaban realizar viajes turísticos en una embarcación de 13 metros de eslora para no levantar sospechas. La droga, procedente de Marruecos, era recogida en un punto preestablecido en alta mar.

Las pesquisas comenzaron el pasado mes de septiembre y se centraron en un ciudadano, de nacionalidad holandesa, supuesta mano derecha de un otro individuo, de nacionalidad colombiana, ambos asentados en España y miembros de este grupo. Ambos presuntamente establecieron la infraestructura necesaria para los transportes del estupefaciente y comenzaron a contactar periódicamente con potenciales clientes interesados en contratar sus servicios para traer la droga desde Marruecos hasta España.

El 'modus operandi' de la red de narcotraficantes consistía en simular viajes turísticos privados. Para ello contaban con una embarcación de recreo de más de 13 metros de eslora, valorada aproximadamente en dos millones de euros. De este modo, los investigados se trasladaban a bordo del navío hasta puertos deportivos de la costa nororiental marroquí.

Una vez que los proveedores asentados en la zona y los compradores establecidos en España daban luz verde a la operación, la organización cargaba la mercancía en el barco en un punto establecido en alta mar. Finalmente, se desplazaban hasta un puerto español donde procedían a la descarga y ocultación del estupefaciente.

Después de realizar un viaje de prueba, los investigadores detectaron la llegada de la embarcación hasta el puerto deportivo de Melilla. Además, los investigados intensificaron sus contactos con los compradores del cargamento, lo que indicaba que la operación estaba en marcha.

AMPLIO DISPOSITIVO

Un amplio dispositivo aéreo, marítimo y terrestre logró interceptar el yate en aguas del mar Mediterráneo y detener a sus tres tripulantes, de nacionalidades venezolana, holandesa y española. De forma simultánea se detuvo en Orihuela (Alicante) a otro miembro del grupo, también español, supuestamente encargado de darles apoyo en tierra.

La embarcación fue trasladada hasta el puerto de Alicante. En su interior se intervinieron cien fardos de hachís, con un peso aproximado de 3.320 kilos, repartidos en los diferentes camarotes. Asimismo, se han intervenido varios móviles, un teléfono satelitario, un ordenador y diversa documentación.

La operación ha sido desarrollada de forma conjunta por agentes del GRECO Levante y de la Brigada Central de Estupefacientes, adscritos a la UDYCO Central de la Comisaría General de Policía Judicial, y la Agencia Tributaria.