José María Mena destaca que "el juez del caso Millet es irresponsable y lento, pero honrado"

AGENCIA EFE
09/10/201012:50 h.El ex fiscal jefe de Cataluña José María Mena ha defendido la "honradez y seriedad" del juez Juli Solaz, que investiga el saqueo del Palau de la Música por Fèlix Millet, pero ha criticado su "lentitud e irresponsabilidad" en el trabajo y la pasividad de las instituciones que amparan su conducta.
En una entrevista con Efe con motivo de la publicación de su libro "De oficio, fiscal" (Editorial Ariel), Mena ha considerado razonable que la opinión pública piense que el juez Solaz tiene una "intención inconfesable" al dilatar la instrucción sobre el desfalco del Palau de la Música, porque, en su opinión, de otra forma "nadie puede entender que haga lo que esté haciendo".
No obstante, Jose María Mena ha asegurado que puede poner "la mano en el fuego por la honradez profesional, ética, deontológica" del titular del juzgado de instrucción número 30 de Barcelona y se ha mostrado convencido de que no hay ninguna intencionalidad política en su manera de llevar la instrucción del caso.
Juli Solaz ha sido criticado por dos de sus colegas -expedientados a raíz de esos comentarios- por su lentitud en la instrucción del saqueo perpetrado por los ex responsables del Palau de la Música Fèlix Millet y Jordi Montull, a los que el juez sigue sin llamar a declarar para responder por el supuesto pago de comisiones a CDC pese a que hace ya más de dos meses que la Agencia Tributaria apuntó esas sospechas.
En opinión de quien fuera fiscal jefe de Cataluña entre 1996 y 2006, Solaz "es un hombre cargado de buena voluntad, honradez y seriedad sin ninguna duda, pero es así de lento o, como decía alguien, tímido laboral".
"El juez es una persona de carácter progresista, una buena persona, pero tiene eso, que no trabaja o si trabaja lo hace de una manera tal que no se ve", ha remachado Mena, que ha lamentado que en ocasiones la independencia judicial "puede generar el vicio de la irresponsabilidad".
En opinión del ex fiscal, la "timidez laboral" de Solaz es "incontrolada" y, por lo tanto, las críticas por las dilaciones en la instrucción del saqueo deben dirigirse no sólo contra el juez, sino también "contra las instituciones que debieran atajar ese comportamiento".
Por el contrario, advierte José María Mena, las críticas formuladas contra Solaz por dos magistrados "han sido severamente reprimidas. Y todos callados, nadie critica eso", ha añadido.
Para el ex fiscal jefe de Cataluña, Juli Solaz es "de una lentitud desesperante, en todo siempre, pero no es un hombre inmoral. La inmoralidad es que le pagan para resolver y no resuelve".
Mena, que dedica una parte de su libro a la corrupción política, ha atribuido que se haya tardado décadas en descubrir el latrocinio del Palau de la Música en lo que llama la "órbita social de asentimiento", una nebulosa que rodea a ese tipo de criminalidad y que cierra los ojos ante la evidente sospecha.
"Ya se sabía que Millet sacaba el dinero de donde no lo hay y nadie preguntaba de dónde lo sacaba", ha opinado Mena.
A juicio del ex fiscal jefe, en una sociedad razonable hay "filtros" para que la sospecha llegue a las instituciones encargadas de reprimirlo, pero "en una sociedad enferma se convive con la putrefacción". "Y seguimos conviviendo con ello, seguramente ahora hay otras cosas...", ha apuntado.
En la lucha contra lo que llama la "criminalidad de moqueta", Mena considera que si, al principio, "los tribunales hubieran sido más lúcidos y más valientes, las cosas se habrían podido enmendar, al menos en parte".
Para José María Mena, en los inicios de la lucha contra la corrupción, no sólo en España sino también en Italia o Francia, "era muy comprometido enfrentarse a eso, porque había poderes fácticos socio-políticos poderosos" que, además, detentaban el poder mediático y, ante ello, "los tribunales flaquearon".
Décadas después, el jurista cree que hay una mayor infraestructura para combatir los delitos de corrupción, pero al mismo tiempo la criminalidad "de moqueta" ha crecido mucho más proporcionalmente y su persecución es más dificultosa porque el mundo globalizado permite evadir dinero "en décimas de segundo".
Respecto a la posibilidad de que las causas abiertas contra Millet puedan influir en el resultado electoral, Mena se ha mostrado convencido de que "el entorno de esa criminalidad de moqueta no pierde ni medio voto".
Al contrario, alerta el ex fiscal, caerá "el descrédito más absoluto" contra los responsables de la persecución de esos delitos, como los órganos de la Generalitat, Hacienda o la Policía. "Eso va así, hay que mirar a Berlusconi y lo que nos espera nos lo explicamos ahí clarísimamente", ha sentenciado.