En un comunicado, la cementera ha considerado que estas declaraciones generan un "alarmismo injustificado e irresponsable", y ha asegurado que la planta cuenta con estudios específicos del CSIC y de la Universitat Rovira i Virgili que han demostrado que no hay impacto de la fábrica en su entorno ni en la salud de sus vecinos.
Olea destacó el viernes que la elevada concentración de ftalatos que emite la chimenea de la cementera repercute en un aumento de caso, a lo que Lafarge ha afirmado que el sector cementero "no elabora ni usa esta sustancia".
