Manos Unidas lanza una campaña que apela al compromiso para luchar contra el hambre y combatir sus "datos vergonzantes"

Manos Unidas ha presentado este miércoles, 8 de febrero, la campaña 'El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida', que se enmarca en el trienio 2016-2018 de lucha contra el hambre y que, en esta ocasión, apela al compromiso para luchar contra esta lacra y combatir sus "datos vergonzantes", según ha explicado en rueda de prensa en Madrid la presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo.

En su intervención, Pardo ha denunciado que "un altísimo porcentaje de la población mundial, una de cada nueve personas, sufren hambre en el mundo", lo que, a su juicio, representa "unos datos vergonzantes" por lo que reclama "voces, denuncia, acción y cambios en la actitud y estilos de vida" ya que "esta terrible realidad afecta a casi 800 millones de personas y condiciona sus vidas presentes y futuras, mientras que un tercio de los alimentos que se producen acaba en la basura".

Por este motivo, la campaña busca "lograr que el Derecho Humano a la Alimentación, reconocido y admitido como fundamental y de obligado cumplimiento por gran parte de la comunidad internacional, y desgraciadamente vulnerado e ignorado por la mayoría, deje de ser una quimera para tantísimas personas" ya que, como ha aseverado la presidenta, tanto lo que se consume como lo que se desperdicia "tiene un precio que va más allá del monetario".

"El hambre no es ni una fatalidad, ni el fruto del destino; el hambre es la consecuencia inaceptable de un mundo organizado de manera que los intereses económicos prevalecen sobre los de las personas", ha asegurado, al tiempo que ha denunciado "la total indiferencia" del mundo ante esta lacra.

La rueda de prensa también ha contado con la intervención del misionero asturiano Eugenio López, misionero Paúl y director de la Escuela de Agricultura de Nacuxa de Mozambique, quien ha querido llamar la atención sobre la urgencia de "cuidar la distribución de la comida producida mundialmente con criterios de justicia social y para que los recursos alimentarios lleguen a todos en cantidad y tiempo suficiente".

Para López, "es indispensable "controlar la calidad de la formación que se da a los más jóvenes, el acompañamiento, la exigencia, la diversificación de las competencias, el compromiso personal con el desarrollo del bien común y una buena concienciación ecológica". Pero también ha querido animar a la sociedad insistiendo en que la importancia de "invitar, acompañar, y responsabilizar de estas realidades a todos ya que es la manera en la que surgen las personas comprometidas".

La presentación de la campaña también ha contado con el testimonio de Ruth Chaparro Gómez, subdirectora de FUCAI (Fundación Caminos de Identidad) socia local de Manos Unidas en Colombia y Premio Bartolomé

de las Casas 2015, quien ha transmitido a los asistentes la dura realidad de la población indígena wayúu que muere literalmente de hambre en la Guajira de Colombia. Concretamente, en los últimos cinco años han fallecido más de 5.000 niños.

La subdirectora de FUCAI ha querido resaltar que no sólo mueren de

hambre, sino que "mueren de una enfermedad llamada desigualdad, exclusión, racismo, indiferencia, corrupción, libre empresa, deterioro ambiental, abandono". Precisamente, Manos Unidas trabaja desde hace siete años apoyando proyectos de recuperación nutricional, seguridad y soberanía alimentaria, acceso al agua y formación de líderes y autoridades, tanto en la Guajira como en la región del Cauca. "Podemos superar el hambre con procesos integrales de largo plazo sin paternalismo y sin generar dependencia", ha añadido Chaparro.

Junto a esta rueda de prensa, Manos Unidas va a celebrar esta semana numerosos eventos, tanto en sus 71 delegaciones a lo largo de toda España, como desde los Servicios Centrales, entre los que destaca el Acto Institucional de lanzamiento de la Campaña, que tendrá lugar este 9 de febrero en el Auditorio de la Mutua Madrileña en el Paseo de la Castellana de Madrid, a partir de las 19.00 horas; el Día del Ayuno Voluntario, el 10 de febrero; y la Jornada Nacional de Manos Unidas este 12 de febrero en parroquias de toda España.

BALANCE DE 2016

Asimismo, en la rueda de prensa, la presidenta de Manos Unidas también ha adelantado que, según datos provisionales, en 2016 los ingresos de Manos Unidas aumentaron un 5 por ciento en comparación con 2015, hasta los 47,6 millones de euros. Las aportaciones provenientes del sector público se incrementaron algo más de 17 por ciento, respecto a 2015, mientras que los ingresos del sector privado, que representan un 85% del total los ingresos, experimentaron un aumento cercano al 6 por ciento.

Estas cantidades se han materializado en 604 proyectos de desarrollo puestos en marcha en Asia, África y América Latina, con más de 600 iniciativas que han contribuido a mejorar la vida de más de dos millones de personas. El 29% de estos proyectos se han llevado a cabo en el sector agrícola.

"En el horizonte se atisban signos de recuperación" ha indicado Pardo, aunque ha alertado que están "muy lejos de las cifras de recaudación de antes de la crisis" por lo que ha hecho un llamamiento "a un mayor compromiso".

La presidenta también ha recordado que, en el año 2016, Manos Unidas acudió también a las emergencias ocasionadas por el terremoto de Ecuador, en abril, y por el paso del huracán Mathew por Haití, en el mes de octubre con el fin de atender a la población en sus primeras necesidades y trabajar en la reconstrucción de las infraestructuras, además de acompañar a sus socios locales en la tarea de "reconstruir vidas".

Pardo ha destacado que "esto habría sido posible sin el compromiso de nuestros socios y colaboradores: cerca de 78.000 personas que han hecho de la causa de los más desfavorecidos, su causa", a los que ha agradecido su "entrega y dedicación".

Asimismo, ha lamentado que "las guerras y conflictos eternos, que amenazan las vidas de millones de personas, encuentran en el hambre y la pobreza unos fieles aliados para la batalla", por lo que también ha hecho alusión "a los millones de desplazados por los conflictos en la zona de Oriente Medio, que acampan a las puertas de Europa, esperando su oportunidad" y al trabajo que lleva a cabo Manos Unidas en Egipto c"on quienes huyen de regímenes autoritarios y dictatoriales como los de Eritrea, Somalia o Sudán del Sur", así como a los desplazados por conflictos internos como los de Colombia o la República Centroafricana, entre otros.

En este sentido, ha señalado que, en 2016, Manos Unidas aprobó 15 proyectos por un importe cercano al millón de euros "para socorrer y atender a la población refugiada y desplazada, porque los refugiados merecen acción e inversión, no indiferencia y crueldad", además de hacer alusión a las consecuencias del cambio climático, que "afectan de manera más acuciante a la población rural más pobre y es también causante de desplazamientos, emigración y hambre".