Menores desprotegidos ante la violencia de género

La otra cara de la violencia de género la ponen los hijos. Víctimas inocentes que los progenitores utilizan para vengarse. Estos asesinos, en ocasiones, con el objetivo de hacer el mayor daño posible a sus parejas, no acaban con la vida de estas sino de sus hijos.

En 2011, el asesinato de José y Ruth, en Córdoba, conmovió a España. José Bretón mató a sus propios hijos para causar el mayor dolor posible a su exmujer. 2013 se recuerda como un año trágico en el que 6 menores fueron asesinados en manos de sus progenitores. Asturias entera lloró la muerte de Amets y Sara en 2014, dos niñas de 9 y 7 años asesinadas brutalmente por su padre. Y un año después, otros cuatro niños con vidas truncadas. David Oubel mató a sus dos hijas de 4 y 9 años en un pueblo de Pontevedra.

Estos asesinos, en ocasiones, con el objetivo de hacer el mayor daño posible a sus parejas, no acaban con la vida de estas sino de sus hijos. El año pasado un menor fue asesinado y este año el número se multiplica por 8. 2017 suma la cifra de crímenes más alta desde 2010. La última, la pequeña de dos años degollada por su padre en ALZIRA en Valencia. Alarmante es que sólo en el 10% de los casos los jueces impiden el contacto con el maltratador durante la investigación. Pequeños indefensos que son víctimas de la violencia de género en la sombra.