Miguel Ángel Silvestre se suma a Oceana para lograr que la UE aumente el número de especies con talla mínima de consumo

Así, la ONG solicita aumentar el número de especies con tallas mínimas y que estas se correspondan con el tamaño al que los peces pueden reproducirse.

En la nueva campaña, Silvestre presenta en un vídeo la guía digital FishSizeMatters.eu en la que los consumidores pueden comprobar si el pescado que han comprado tiene una talla mínima legal y si se corresponde con el tamaño al que puede empezar a reproducirse. En la actualidad, el reglamento solo incluye 55 especies con talla mínima y, en muchos casos, supone legalizar la venta de juveniles.

La web incluye además curiosidades sobre cada especie, ilustraciones y blogs para ampliar información para concienciar a los consumidores y advertirles de que en la actualidad se sigue vendiendo pescado inmaduro y dar la voz de alarma para reformar la legislación que lo permite.

"Tenemos que cambiar la manera de relacionarlos con el mar, y con el planeta en general. Cuidémoslos y así todos saldremos ganando", considera Silvestre.

Oceana explica que en la actualidad la UE establece tallas mínimas para 55 especies y en muchos casos, menores al tamaño en que pueden reproducirse y destaca que, entre ellas están el bacalao, la merluza, los salmonetes, la cigala, el pulpo, el lenguado, el jurel y el pez espada, por ejemplo.

Para otros pescados, como el congrio, el marrajo dientuso, la tintorera, rapes y calamares, la UE ni siquiera fija una talla mínima, a pesar de su importancia comercial.

El director ejecutivo de Oceana Europe, Lasse Gustavsson, ha denunciado que en la UE es "legal consumir pezqueñines de docenas de especies".

"Esto debe cambiar en el nuevo reglamento de medidas técnicas que está preparando la Comisión Europea. Uno de los problemas más graves que afecta al mar es la sobrepesca y permitir que los peces se reproduzcan es de sentido común para combatirlo", ha manifestado.

En la actualidad, el 64 por ciento de las poblaciones de peces sufre sobrepesca en Europa y cuando las capturas son excesivas, por encima de la capacidad de recuperación de los peces, sus poblaciones van disminuyendo año tras año.

Según la ONG, esto se traduce en que cada vez hay menos peces en el mar y, por tanto, en las mesas, por lo que para corregir la tendencia, insiste en que es "necesario" dejar que lleguen a la edad adulta y adoptar límites de capturas según las recomendaciones científicas.