Mallorca se ha convertido en la ciudad por excelencia de los jóvenes que buscan fiesta después de terminar los exámenes que marcarán su futuro, selectividad. Durante el día, abarrotan las playas con cubos repletos de alcohol. Cuando llega la noche, las discotecas son las protagonistas de la fiesta de los más de 20.000 jóvenes que se esperan durante estas fechas.