El que fuera jugador de los New England Patriots desde 2010 a 2013 ha sido condenado hoy a cadena perpetua. El tightend estaba siendo investigado en relación a un tiroteo ocurrido en 2013, posteriormente fue despedido por el equipo de fútbol americano. El jurado le ha declarado culpable del asesinato y ha sido condenado a cadena perpetua.