ONG de la Iglesia ven este Día de la Mujer como una "oportunidad" para denunciar la desigualdad

Manos Unidas considera que la celebración del Día Internacional de la Mujer y las manifestaciones y paros convocados son "una oportunidad" para denunciar la pobreza, el hambre, la exclusión y la desigualdad que sufren las mujeres en el mundo, sobre todo, en los países más pobres.

"La celebración de este día y las manifestaciones y paros convocados son una nueva oportunidad para denunciar que la pobreza, el hambre, la exclusión y la desigualdad, tienen rostro de mujer", subrayan, al tiempo que indican que, prueba de ello es que las discriminaciones son "mucho más graves en los países en desarrollo", donde esa desigualdad determina la situación de las mujeres y sus condiciones "indignas" de vida.

Según precisa la ONG de la Iglesia Católica, este año, el Día Internacional de la Mujer llega en medio de "un ambiente socialmente muy activo con paros y manifestaciones convocadas internacionalmente que exigen lograr la igualdad real de las mujeres y los hombres" y después de iniciarse "un movimiento global sin precedentes en forma de numerosas marchas y campañas mundiales".

La ONG, fundada hace 59 años por las mujeres de Acción Católica, destaca que promueve proyectos de desarrollo especialmente centrados en la mujer, como protagonista esencial en su trabajo en educación para el desarrollo y, también, como línea transversal en sus proyectos de cooperación que realiza en el mundo. En el último año, la ONG ha realizado 68 proyectos de cooperación centrados especialmente en la mujer a los que ha dedicado el 12 por ciento del total de sus recursos.

Por su parte, Misiones Salesianas y las ONGD de salesianos Jóvenes y Desarrollo, Solidaridad Don Bosco y VOLS reivindican con motivo del Día Internacional de la Mujer, su papel en el desarrollo de los pueblos y en la lucha contra la pobreza y "como columna vertebral de las familias".

"Desde nuestras organizaciones apostamos por superar las estructuras que crean desigualdad y por proteger y garantizar los derechos de las mujeres y niñas para que sean iguales a los de los hombres. Y para ello creemos que la educación es fundamental", subrayan.

Así, precisan que una niña que acude a la escuela tardará más en casarse y tener hijos, mejorará la higiene y la alimentación familiar, querrá que sus hijos vayan a la escuela, participará en la toma de decisiones y conocerá sus derechos y obligaciones como ciudadana.

"Nuestro sueño es que en el menor plazo posible tengamos sociedades donde la igualdad sea la normalidad y la base para el desarrollo de cualquier pueblo", explica el coordinador de las ONGD Jóvenes y Desarrollo, Solidaridad Don Bosco y VOLS, Jesús Corujo. Los salesianos llevan a cabo proyectos de acogida a mujeres vulnerables, de alfabetización, educación y formación de líderes locales en más de 130 países.

MUJERES QUE CONSTRUYEN FUTURO

Por su parte, Entreculturas aprovechará esta jornada para lanzar la campaña 'Mujeres que construyen futuro' para poner de relieve que, a pesar de los "escalofriantes datos de desigualdad de oportunidades" --330 millones de mujeres y niñas viven con menos de 1,9 dólares al día y menos del 13 por ciento del total de personas propietarias de terrenos agrícolas son mujeres--, hay muchas "que no se rinden y siguen trabajando para transformar esa realidad desde distintas partes del mundo".

En concreto, la ONG pone de manifiesto la situación de las mujeres y niñas en los campos de refugiados donde sufren una discriminación de género y a la vez, una amenaza de sufrir abusos sexuales o maltrato físico o psicológico. Si bien, destaca que en este contexto también se muestra la capacidad de las mujeres para salir adelante, por ejemplo, en el caso de Leila, que trabaja como profesora en el campo de refugiados de Mabán, en Sudán del Sur, en el que Entreculturas está presentes junto al Servicio Jesuita a Refugiados.

Desde la organización también destacan la importancia de facilitar la formación profesional de las mujeres más vulnerables para que puedan optar a un trabajo digno; fomentar su participación en procesos de diálogo y toma de decisiones comunitarias; defender su derecho a la tierra; trabajar en la prevención y atención de niñas y mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia y de desplazamiento forzoso. Todo ello, según precisan para generar "sociedades más justas e igualitarias".