Observador del Vaticano ante la ONU: "No es suficiente tener un empleo remunerado sino un trabajo digno y seguro"

"No es suficiente tener un empleo remunerado sino un trabajo digno y seguro. Invertir en la educación, el acceso a servicios básicos de salud y la creación de redes de seguridad social son factores primarios para mejorar la calidad de vida de la persona y asegurar una distribución equitativa de la riqueza y de los recursos en la sociedad", subrayó.

En este sentido, advirtió de que solo si se coloca a la persona en el centro del desarrollo y se fomentan inversiones y políticas que respondan a las necesidades reales, "el progreso hacia la erradicación de la pobreza seguirá siendo permanente y la sociedad será más resistente a posibles crisis".

"El desarrollo social debe ser ético, moral y estar centrado en la persona. Debemos prestar atención a los indicadores que dan una imagen completa del bienestar de cada individuo en la sociedad, promoviendo al mismo tiempo políticas que fomenten un enfoque verdaderamente integral para el desarrollo de la persona humana en su conjunto", añadió.

El arzobispo señaló que la economía de mercado no existe para servirse a sí misma sino para servir al bien común y remarcó la importancia de prestar mayor atención al bienestar de los más vulnerables.

Además, invitó a "centrarse en la importancia de la familia para la sociedad" y a "adoptar un enfoque basado en la verdadera justicia social, con el fin de ayudar a reducir el sufrimiento de millones de hermanos y hermanas". "Para ello, --insistió-- las políticas de desarrollo social deben abordar no sólo las necesidades de la vida económica y política, sino también la dimensión espiritual y moral de toda persona humana".