El PE critica la reintroducción de controles fronterizos internos y advierte de que la presión migratoria no es excusa

El pleno del Parlamento Europeo ha lamentado este jueves la iniciativa de Dinamarca y otros países de reintroducir en sus fronteras interiores controles policiales temporales y ha rechazado que la presión migratoria pueda ser un motivo para suspender temporalmente el acuerdo Schengen para una Europa sin fronteras.

Los eurodiputados no sólo censuran los intentos de varios países por reintroducir estos controles, sino que expresan su "firme oposición a cualquier nuevo mecanismo de Schengen que tenga otros objetivos que no sean aumentar la libertad de circulación y reforzar la gobernanza de la UE en el espacio de Schengen".

Los líderes europeos acordaron en su última reunión de junio revisar Schengen para incluir una cláusula de salvaguarda que permita a los gobiernos nacionales reintroducir de manera temporal controles en sus fronteras con otros países de la UE en caso de flujo masivo de inmigrantes. Este cambio ha sido impulsado por Francia e Italia ante la llegada de migrantes y demandantes de asilo tras la oleada de protestas en el norte de África.

Los eurodiputados, sin embargo, consideran que este supuesto no puede justificar "en ningún caso" el restablecimiento de los controles dentro del espacio Schengen y reclaman a los Estados miembros una mayor solidaridad con los países que soportan un mayor flujo de migrantes.

Además, plantean que apliquen sanciones en caso de que se ponga en peligro la seguridad del espacio sin fronteras y el derecho de los ciudadanos comunitarios a la libre circulación.

En opinión de los eurodiputados, el acuerdo tal cual existe garantiza la posibilidad de recuperar los controles interiores si existe una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior. Esta opción no incluye "bajo ningún motivo" la llegada masiva de migrantes, advierten en la resolución.

La Comisión Europea debe presentar el próximo septiembre su propuesta para la revisión del Tratado de Schengen que reclaman los Veintisiete, y la resolución de la Eurocámara exige que tal propuesta defina la "estricta aplicación" del acuerdo y deje fuera nuevas excepciones que permitan evitar el cumplimiento de la norma.

Los eurodiputados creen lo ocurrido en Dinamarca y otros países es fruto de la "reticencia a aplicar políticas comunes europeas en otros campos" y por ello pide que se avance en estas áreas -la fecha límite para el establecimiento de un sistema europeo común de asilo se ha fijado para 2012-.

Por otra parte, en referencia al mecanismo de evaluación de Schengen --cuya revisión se está debatiendo para tratar de que la reintroducción de los controles no sea una decisión unilateral de los gobiernos nacionales, sino que pase también por Bruselas--, la Eurocámara pide que se "oriente a la comunidad, sobre la base de un enfoque europeo y con la participación de las instituciones de la UE", según explicó el ponente sobre el espacio Schengen, el eurodiputado 'popular' portugués Carlos Coelho.

En esta línea, la resolución pactada por los principales grupos advierte de que el Parlamento Europeo recurrirá a los tribunales si con la revisión de Schengen se le quita el poder de codecisión que le otorgan los tratados europeos.