El PP rehúsa apoyar una iniciativa en el Congreso para evitar el desperdicio masivo de alimentos en buen estado

Durante su intervención, el diputado 'popular' José Cruz Pérez Lapazarán ha resaltado la importancia de la iniciativa y reconoce la "ingente cantidad" de residuos alimentarios que se tiran a la basura, bien por razones estéticas o porque la fecha de caducidad se acerca.

"Como consecuencia se deben eliminar y genera efectos negativos, como altos costes para las empresas que los eliminan. El Gobierno está sobre el problema y viene trabajando para que se utilicen de la mejor manera posible estos alimentos", ha insistido el 'popular'.

Desde el lado socialista, Pilar Alegría ha criticado que desde que llegó el Gobierno del PP se han recortado derechos sociales y se ha recrudecido la pobreza en España, donde uno de cada cuatros hogares españoles roza el umbral de la pobreza. "Es necesaria la atención directa", ha manifestado.

Se trata de una moción, consecuencia de la interpelación que el diputado valenciano debatió con el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, la pasada semana y en la que éste se comprometió a elaborar una estrategia para la reducción y valorización de los alimentos desechados, en la que tendría en cuenta entre otros puntos los envases y la fecha de caducidad de alimentos.

MEDIDAS PARA TODA LA CADENA ALIMENTARIA

La iniciativa de Baldoví pedía en primera instancia que dicha normativa incorporase medidas coercitivas sobre el tratamiento de residuos alimentarios aplicables a todos los eslabones de la cadena alimentaria, aplicando el principio de "quien contamina paga", además de definir la tipología de 'desperdicio de alimentos' y establecer una definición de residuos de alimentos para biocombustibles o biorresiduos, aparte de los residuos alimentarios ordinarios, que se emplean para fines energéticos.

A la hora de legislar, quería que el Gobierno tuviera en cuenta también que el desperdicio de alimentos tiene causas diversas, como el exceso de producción, mal acondicionamiento del producto y mala gestión de existencias o estrategias comerciales inadecuadas.

En este sentido, solicitaba igualmente que la normativa que prepara el Ejecutivo incluyera la creación de un foro permanente donde se busquen medidas innovadoras para prevenir el desperdicio de alimentos y cuente con empresas agroalimentarias, administraciones públicas o ONG.

Entre otros puntos, también planteaba que el etiquetado contase con doble fecha, una límite para la venta y otra límite para el consumo, y las ventas con descuento de alimentos próximos a la fecha de caducidad o dañados.

Desde Compromís-Equo también deseaban que el Gobierno que se sumase a la petición de la proclamación de 2014 como Año Europeo contra el Desperdicio de alimentos y que el Ejecutivo lleve a cabo campañas de sensibilización de la opinión pública sobre el valor de los alimentos y los productos agrícolas, además de las causas de despilfarro.