Además, ha pedido, "especialmente a los musulmanes" que condenen toda interpretación fundamentalista y extremista de la religión. Francisco ha denunciado así que el fundamentalismo religioso, "antes de descartar a los seres humanos perpetrado horribles matanzas, rechaza a Dios mismo" y ha criticado que esta actitud es fruto de "la cultura del descarte" y del "rechazo" al otro.
Por el contrario, el Pontífice ha subrayado que la "cultura del encuentro es posible" y ha dicho que la reciente decisión de Estados y Cuba de poner fin a un silencio reciproco por el bien de sus ciudadanos es un "ejemplo de diálogo" que hay que seguir.