El Papa afirma que la "enfermedad espiritual" de la referencia a uno mismo también afecta a la Iglesia

"También la Iglesia cuando se comporta así, se enferma, envejece. ¡Que nuestra vista, bien fija en Cristo, sea profética y dinámica hacia el futuro: de esta manera, seréis siempre jóvenes y audaces en la lectura de los acontecimientos!", ha señalado.

Además, el Papa ha precisado que es "un drama" la fractura entre Evangelio y cultura y ha pedido a los presentes que contribuyan a "sanar esta fractura que pasa a través de sus corazones y el de sus lectores".

Además, el Pontífice les ha advertido que la "fidelidad a la Iglesia requiere ser duros contra las hipocresías, fruto de un corazón cerrado, enfermo" para crear "un diálogo con todos los hombres, incluso con aquellos que no comparten la fe cristiana pero dan culto a otros valores y con aquellos que se oponen a la Iglesia y la persiguen de formas diferentes".

Así, ha reiterado que dialogar significa "estar convencido de que el otro tiene algo bueno que decir, dejar espacio a su punto de vista, a su opinión, a sus propuestas sin caer obviamente en el relativismo". "Y para dialogar --ha indicado-- se necesita dejar de estar a la defensiva y abrir las puertas".

En este sentido, les ha animado a ser "hombres de frontera" y a construir "puentes" y no "muros". "En el mundo de hoy, sujeto a rápidos cambios y agitado por cuestiones de gran relevancia para la vida de la fe, es urgente un valiente compromiso para educar en una fe convencida y madura, capaz de dar sentido a la vida y de ofrecer respuestas convincentes a todos aquellos que están buscando a Dios", ha destacado.

En esta línea, Francisco ha invitado a los escritores de La Civiltà Cattolica a "sostener la acción de la Iglesia en todos los campos de su misión" y ha confiado estar "seguro" de que cuenta con ellos.

Finalmente, el Pontífice ha remarcado que el discernimiento espiritual es un tesoro de los Jesuitas con que se busca "reconocer la presencia del Espíritu de Dios en la realidad humana y cultural, la semilla ya plantada de su presencia en los eventos, en la sensibilidad, en los deseos, en las tensiones profundas de los corazones y de los contextos sociales, culturales y espirituales".

La Civiltà Cattolica' es la revista más antigua de Italia, nació el 6 de abril de 1850 por deseo del Papa Pio IX y desde el 12 de febrero de 1866 depende directamente del superior general de la Compañía de Jesús.