El Papa señala ante jóvenes la disponibilidad de la Iglesia para cambiar tras el Sínodo
EUROPA PRESS
07/04/201816:45 h."Cuando digo escuchando realmente también me refiero a la disponibilidad para cambiar algo, para caminar juntos, para compartir sueños", ha señalado el pontífice.
Francisco, quien ha resaltado en varios momentos del discurso la importancia de escuchar realmente para cambiar, ha hecho presente su deseo para que esto suceda.
En respuesta a la pregunta de un joven sobre si realmente creen los Obispos que los jóvenes pueden ayudar a la Iglesia a cambiar, el Santo Padre ha determinado: "Me importa mucho que el próximo Sínodo de los Obispos, que tratará de 'Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional', se prepare escuchando realmente a los jóvenes. Y puedo atestiguar que se está haciendo. También me lo demostráis vosotros, con el trabajo que se está llevando a cabo en vuestras diócesis".
El Papa también ha invitado a los jóvenes a preguntarse hasta qué punto están dispuestos a escuchar a Jesús. Y ha agregado: "Si estáis aquí creo que es así, pero no puedo y no quiero darlo por sentado. Que cada uno de vosotros reflexione para sí mismo, en su corazón: ¿Estoy dispuesto a hacer míos los sueños de Jesús? ¿O tengo miedo de que sus sueños pueden "perturbar" mis sueños?"
Sobre esta idea, ha explicado que el Reino de Dios significa amor a Dios y amor entre los hombres, "formando una gran familia de hermanos y hermanas con Dios como Padre, que ama a todos sus hijos y se llena de alegría cuando uno que se ha perdido vuelve a casa". "Éste es el sueño de Jesús. Pregunto: ¿Estáis dispuestos a hacerlo vuestro? ¿Estáis dispuestos a hacerlo vuestro?", ha inquirido a continuación.
De otro lado, ha recordado que alcanzar el Reino de Dios también tiene que ver con "dejar al 'hombre viejo' que hay en cada uno".
Y finalmente ha agregado: "Se trata de dejar el yo egoísta, las esclavitudes interiores el pecado, lo que nos hace morir por dentro. Solo Él, Jesús, puede salvarnos de este mal, pero necesita nuestra colaboración, que cada uno de nosotros diga: 'Jesús, perdóname, dame un corazón como el tuyo, humilde y lleno de amor'".