El Papa insta a un proceso de desarme nuclear de los países que poseen estar armas: "La mera posesión ya es condenable"
EUROPA PRESS
10/11/201714:02 h.Francisco ha hecho estas afirmaciones durante la audiencia con los participantes del Congreso Internacional sobre Desarme que, con el título de Perspectivas para un mundo libre de armas nucleares y por un desarme integral, tiene lugar en el Vaticano.
Francisco ha señalado que no sólo debe condenarse el empleo premeditado de armas de destrucción masiva, como son las armas nucleares, sino que su "mera posesión ya es condenable, ya que su ostentación responde a una estrategia disuasoria basada en el miedo e incluso existe el riesgo de una detonación accidental".
En su discurso, el Pontífice ha indicado que se puede evitar "experimentar un vivo sentimiento de inquietud" al considerar las "catastróficas consecuencias humanitarias y ambientales que se derivarían de cualquier tipo de empleo de la artillería nuclear".
Por lo tanto, ha señalado que se debe condenar "con firmeza la amenaza de su uso, así como su misma posesión, porque su misma existencia y funcionalidad sirven a una lógica de miedo que no afecta sólo a las partes en conflicto, sino al mundo entero".
Francisco también ha alertado de la dificultad de detener la espiral armamentística una vez que se inicia. "Es un hecho que la espiral de la carrera armamentística no tiene fin y que los costes de la modernización y del desarrollo de armas, no sólo nucleares, representan un gasto considerable para las naciones, a la vez que sitúa en segundo plano las verdaderas prioridades de la humanidad que sufre: la lucha contra la pobreza, la promoción de la paz, la realización de proyectos educativos, ecológicos y sanitarios, y el desarrollo de los derechos humanos", ha dicho.
En este sentido, ha defendido que se impulsen relaciones entre países sin amenazas armamentísticas. "Las relaciones internacionales no pueden estar dominadas por la fuerza militar, la intimidación recíproca o la ostentación de arsenales bélicos", ha explicado.
"Las armas de destrucción masiva, en particular las atómicas, crean una engañosa sensación de seguridad y no pueden constituir la base de la convivencia pacífica entre los miembros de la familia humana que debe inspirarse en una ética de solidaridad", ha subrayado.
Además, ha instado a conservar la memoria de las víctimas de las armas nucleares. "Resulta insustituible el testimonio de los 'Hibakusha', es decir, las personas golpeadas por las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki, y las demás víctimas de los experimentos con armas nucleares. Que su voz profética sea una advertencia para las nuevas generaciones".
Por otro lado, ha afirmado que "los armamentos que tienen como resultado la destrucción del género humano son ilógicos incluso en el ámbito nuclear".
Asimismo, ha señalado que la verdadera ciencia "siempre está al servicio del hombre, mientras que la sociedad contemporánea aparece como aturdida por las desviaciones de los proyectos concebidos en ella, incluso con una buena intención en su origen".
No obstante, también se ha mostrado esperanzado sobre futuras medidas que pongan coto a la carrera armamentística. "Recientemente, por ejemplo, por medio de una histórica votación en la sede de la ONU, la mayor parte de los miembros de la comunidad internacional han establecido que las armas nucleares no solamente son inmorales, sino que incluso deben ser consideradas instrumentos de guerra ilegítimos", ha concluido.