Entre las personas detenidas, había dos nigerianas, una congoleña, una ecuatoriana, un brasileño y un nigeriano.
No es la primera vez que el Pontífice celebra la santa misa en una cárcel. Poco después de su elección, en 2013, visitó la prisión para menores de Casal del Marmo, en la periferia de Roma, donde lavó los pies a una joven árabe.