Pelotas de tenis para insonorizar la clase de Paula, una niña con síndrome 22Q11
Las patas de las sillas de la clase de Paula chirriaban y con ese ruido, no podía escuchar al profesor, porque Paula a sus 10 años ha perdido el 50 por ciento de audición. Tiene el síndrome 22Q11, una enfermedad que puede generar 180 patologías. Su madre comenzó a buscar en internet soluciones contra el ruido en el aula y vio que se podía insonorizar con pelotas de tenis. Dicho y hecho. El profesor se puso manos a la obra y logró que un club de tenis se las cediera gratuitamente. Ahora las patas de las sillas no suenan y Paula entiende mucho mejor las explicaciones en su colegio de Tomares, en Sevilla. Una historia pequeña de solidaridad, ingenio y superación. Ahora Paula está feliz, rodeada del cariño silencioso de compañeros, profesores y padres.