Real Academia de Ingeniería avisa a Wert de la "degradación" del sistema educativo y su efecto en los futuros ingenieros

La Real Academia de Ingeniería (RAI) ha entregado un documento a los responsables del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el que alerta de la "degradación" del sistema educativo español y la repercusión "alarmante" que ya tiene sobre la formación de los futuros ingenieros.

Bajo el título, 'La educación y formación de ingenieros. Una declaración de los académicos de la RAI', esta institución analiza los distintos ciclos educativos, sus problemas y principales causas, con el objetivo de proponer una serie de medidas que pueden contribuir a mejorar la situación actual de la educación, en un momento que considera "crucial".

En concreto, los académicos consideran un "gravísimo error" que los alumnos en Bachillerato, "sin merecerlo", pasen de curso con más de dos suspensos, algo que consideran "perjudicial" para estos y para la motivación y rendimiento del resto de compañeros y el profesorado. Censuran también la "deficiente" enseñanza en contenidos de las asignaturas básicas de esta etapa y la organización de las vías de acceso a la universidad, que, a su juicio, "conducen a notables carencias y lagunas de los alumnos".

Sobre el acceso a un centro universitario, la RAI afirma que no se debería permitir a aquéllos que no tienen unos conocimientos básicos suficientes y específicos para ese centro. Según alerta, el sistema actual presenta "grandes lagunas" en este sentido, que generan problemas tanto al alumno como al centro.

Por ello, proponen para Bachillerato recuperar a alumnos con dificultades a través de programas concretos en los centros, establecer un máximo de dos asignaturas suspensas para pasar de curso, organizar programas de recuperación, reforzar la autoridad del profesorado, facilitar a los alumnos aventajados la posibilidad de seguir un ritmo diferente y elaborar un listado de conocimientos mínimos para cada una de las carreras universitarias.

Sobre los estudios de grado, la RAI critica la reducción "drástica" de contenidos como consecuencia de la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que ha alcanzado "niveles insostenibles". En concreto, alertan de que se han llegado a agrupar dos asignaturas anuales en una semestral, suprimiendo así el 75 por ciento de los contenidos. Para ello, proponen la revisión de los nuevos planes, sin descartar la vuelta a los anteriores, si no se encuentra una solución.

CRITICA QUE SE TRATE A LOS UNIVERSITARIOS COMO A NIÑOS

Los académicos plantean que los contenidos básicos se organicen en los primeros cursos de la carrera, al contrario de lo que, según alertan, se está haciendo en algunos grados. Critican, asimismo, que con el Plan Bolonia se trate a los alumnos como "niños y adolescentes" y no como adultos y propone "eliminar" estos métodos de enseñanza; advierten de la "proliferación" de carreras en todas las universidades españolas y aseguran que no pueden existir todas las especialidades en todos los centros, de manera que proponen la eliminación de aquellos estudios de baja demanda y calidad.

En cuanto a la selección del profesorado universitario, la Real Academia de Ingeniería detecta como principal "problema" los métodos de selección de los docentes, que, a su entender, "han empeorado por la vía de los hechos". En concreto, censuran que no haya competitividad entre los candidatos, eligen el tribunal para que les juzguen y están sometidos a ejercicios "claramente insuficientes" para motivar su preparación y evaluar sus conocimientos. "Todo esto conduce a una endogamia y a una notable pérdida de calidad del profesorado", asevera.

La RAI propone, para evitar esta situación, elevar los niveles de exigencia, excluir de los baremos los elementos de "mera" promoción laboral, sortear los tribunales entre profesores del área de conocimiento a evaluar y orientar a los profesores jóvenes en su carrera docente.

Para los posgrados y doctorados, esta institución planeta una reducción de la oferta de programas de doctorado y aumentar "notablemente" la exigencia y calidad, la movilidad de alumnos y profesores, la comunicación entre campos de conocimiento y la formación de "verdaderos" equipos de doctorado. También advierte de la necesidad de no banalizar la palabra 'excelencia'. "¿Puede haber en España tanta excelencia si no hay ninguna universidad entre las 100 primeras del mundo?", se preguntan los académicos.