Las fuerzas constitucionalistas tienen el objetivo común de derrotar al independentismo en Cataluña el próximo 21-D, pero los socialistas han marcado sus líneas rojas. Pedro Sánchez y Miquel Iceta insisten hoy en Barcelona en que pelearán por encabezar el futuro gobierno de la Generalitat y que no apoyarían a Inés Arrimadas si fuera más votada que Iceta.