Sanidad incluye a los dos niños asesinados presuntamente por su padre como víctimas mortales de la violencia de género

Se trata de los dos hermanos asesinados en Asturias a sus 7 y 9 años cuyos cuerpos fueron descubiertos después de hallar el de su padre, con el que estaban pasando el fin de semana en virtud de un régimen de visitas y que según las primeras investigaciones, les habría matado antes de tirarse de un viaducto.

El tercer caso confirmado este año de hijos víctimas mortales de la violencia de género es el de un niño de 18 meses que fue degollado por su padre en el madrileño barrio de Carabanchel el pasado mes de abril. El hombre hirió también de gravedad al hermano del bebé, un niño de cinco años que sobrevivió al apuñalamiento.

En cuanto a los casos en investigación, que elevarían a cinco los hijos menores víctimas mortales de la violencia de género, corresponden a los de una niña asesinada junto a su madre en Sotogrande (Cádiz) el pasado mes de marzo y a la menor hallada junto al cadáver de la que presumiblemente sería su madre esta semana en un pozo en Zamora.

El año pasado, cuando Sanidad comenzó a compilar estadísticas sobre menores de edad fruto de la Estrategia Nacional de Violencia de Género, fueron seis los niños que resultaron asesinados por los hombres que maltrataban a sus madres.

Las organizaciones de mujeres vienen reclamando más medidas de protección para los hijos frente a los maltratadores y, especialmente, restricciones en el régimen de custodia, visitas o incluso patria potestad para estos casos y no son las únicas.

La Defensora del Pueblo ha pedido esta misma semana, cuando se ha conmemorado el Día Internacional contra la Violencia de Género, que se favorezca la supresión de las visitas y comunicaciones de los "imputados" por malos tratos con sus hijos "para prevenir posibles riesgos", ya que su opinión, "el interés superior del menor y el derecho del niño a ser escuchado deben prevalecer en todas las decisiones que se tomen en esta materia".

Precisamente, este año la ONU ha condenado a España por negligencia al no proteger a una niña de 7 años, a la que el maltratador de su madre, Ángela Gónzalez, asesinó en 2003 aprovechando el régimen de visitas pautado tras el divorcio. Ella, que se oponía a que el hombre se viera con la niña sin supervisión, le había denunciado por malos tratos en cerca de 30 ocasiones. Él asesinó a la menor y luego se suicidó.