Cuando ya soñaban con sus días de cornetas y tambores, todo apunta a que sonarán también los chubascos y los truenos. Sevilla tiene una lluvia especial porque sólo llueve 50 días al año pero casi siempre cae en Semana Santa. Los más devotos de la Semana Santa miran al cielo y rezan para que el tiempo no les amargue la tradición que llevan un año esperando.