Trabajo de día y noche en Totalán
Javier Villanueva/ @xavillanu
25/01/201917:28 h.Las luces no se apagan en Totalán. Los frontales de los mineros, los potentes focos que alumbran el exterior o los coches de guardia civil . Un vaivén constante con un sólo objetivo. Que la jaula baje tierra adentro y que los mineros se acerquen a Julen. Pero las tareas de nuevo se complican. Pasada la media noche, los mineros salen del pozo porque han encontrado cuarcita y no pueden romperla. La guardia civil tiene que suministrar explosivo plástico. Primera de las voladuras. Las noticias llegan a la casa donde descansan los padres de Julen. Acompañados permanentemente por un familiares, amigos y un equipo de psicólogos. Apoyo necesario en los momentos más decisivos. De nuevo descenso al pozo, los turnos se suceden. La jaula sube y baja, los bomberos controlan constantemente los tubos de ventilación, los mineros ya han perforado más de un metro y otra vez, cuarcita. Segunda de las microvoladuras. La fatiga se deja notar, pero el trabajo no cesa. Se piden más maderas para apuntalar el interior de la galería. Cada vez más cerca del pequeño.