Un profesor de ajedrez admite haber pagado a alumnos menores a cambio de favores sexuales

Con un hilo de voz y tras preguntársele por si reconocía los hechos, el procesado, Juan Manuel S., ha respondido "sí" al juez, a cambio de que la Fiscalía rebajara de once a dos años la petición inicial de cárcel con un acuerdo de conformidad.

Según el fiscal, que finalmente ha calificado los hechos de dos delitos de favorecer la prostitución de menores y de siete de acoso sexual, el ajedrecista se aprovechaba de su posición de profesor y de la minoría de edad de los aprendices para "satisfacer sus deseos sexuales".

Así, en 2005 logró que uno de los chicos de entonces 17 años aceptara 50 euros a cambio de recibir una felación del mentor hasta eyacular, pese a que tras el encuentro, en el domicilio barcelonés del acusado, no cumplió su ofrecimiento y no le pagó.

En 2009 propuso a otro alumno de 16 años que le azotara con un cinturón en las nalgas mientras él se masturbaba, lo que éste hizo en cuatro ocasiones y le recompensó con 25 euros cada vez, según el escrito de la Fiscalía.

Entre estas fechas, el procesado hizo el mismo tipo de propuestas a siete pupilos más, que este lunes se han personado en los juzgados para declarar como testigos, si bien no ha sido necesario porque el acuerdo entre las partes ha evitado el juicio.

En estos otros casos, Juan Manuel S., utilizando la amistad que tenía con los alumnos, se conectó al chat 'Messenger' para "acosar" a los menores, aunque éstos rehusaron el ofrecimiento, cuya cifra --a veces de 100 euros-- hacía incrementar para persuadir a los chicos.

Se sirvió en ocasiones del anonimato de Internet para hacer estas proposiciones, ya que en uno de los casos incluso se hizo pasar por mujer para lograr que el chico activara la cámara web, haciéndole propuestas sexuales posteriormente por chat.

Además de la pena de cárcel --no ingresará porque no tiene antecedentes--, la Fiscalía ha solicitado al juez que le imponga un total de 8.460 euros en multas --de entre 900 y 1.080 euros por cada delito--, además de prohibirle acercarse y comunicarse con las víctimas durante dos años.