El kamikaze de Pola de Lena iba a 190 cuando chocó brutalmente contra el coche de José Ramón

Los medios asturianos contaban este lunes la despedida que el pueblo ha brindado a José Ramón, mecánico jubilado que esa mañana de domingo había cogido su coche para disfrutar de un día de pesca. Ha sido un homenaje sencillo en la iglesia parroquial de Pola de Lena. La viuda de Pepe 'el zancas' como era conocido en el pueblo a seguraba a 'La Nueva España' que había sido "una muerte injusta" y aunque lamentaba la muerte del Raúl, reconocía que por el momento prefería "no saber nada" de él.

Todos en Pola recuerdan a este chapista muy conocido en el pueblo ya que su establecimiento estaba situado en pleno centro. Hacía pocos meses que se había jubilado y dedicaba sus horas a su familia y a sus aficciones: pescar y pasear por el campo.

Todo eso se terminó en el kilómetro 56 de la autovía A-66. Horas antes, Raúl, natural de Pola pero residente en Oviedo disfrutaba de los carnavales de la Moreda. De vuelta a casa se encontró con un control de la Guardia Civil. Por motivos que están siendo investigados por los agentes, aceleró su Kia Ceed y se lo saltó a gran velocidad. Al llegar al cruce con la autopista por cuestiones que aún se desconocen entró en la misma en sentido contrario. Condujo por ella a 190 kilómetros por hora durante 3 kilómetros hasta encontrarse con el Jeep Grand Cherokee de José Ramón en una curva de la vía cercana a la gasolinera de Egocheaga.

Los trabajadores de la estación de servicio recuerdan el estruendo de la colisión, pensaron que se trataba de una "explosión" como recoge El Español. De hecho, los dos vehículos quedaron totalmente destrozados e incluso el voluminoso motor del Cherokee salió disparado arrancado de sus anclajes.

Los dos hombres fallecieron en el acto. Los servicios de emergencia que acudieron solo pudieron certificar el fallecimiento tras excarcelar los cuerpos del amasijo de hierros en el que quedaron convertidos ambos vehículos.

Los agentes del control que se saltó Ramón, siguiendo el protocolo previsto en estos casos y debido a lo limitado de sus coches patrulla, no persiguieron a Raúl, dando aviso a sus compañeros de la Pola para que lo interceptasen.