El amargo aniversario de los Duques de Palma

La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín han celebrado un amargo aniversario de boda. Lejos queda el 4 de octubre de 1997 cuando la Infanta doña Cristina e Iñaki Urdangarin se daban el 'sí quiero' en la Catedral de Santa Eulalia de Barcelona ante la atenta mirada de centenares de españoles que seguían el acto religioso a través de la retransmisión de la televisión pública.

Hoy, 15 años después, la felicidad de entonces nada tiene que ver con los delicados momentos que viven ahora. Iñaki anda preparando su defensa para el juicio en el que tendrá que comparecer en breve y en el que, según ha afirmado el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, no tendrá un trato de favor para eludir la cárcel, sino que se le tratará como a "un ciudadano más, con todos sus derechos y obligaciones".

Desde que los duques regresaron a Barcelona intentan llevar una vida lo más discreta posible. Mientras Urdangarin casi no sale de casa, su esposa, la Infanta, acude cada mañana a trabajar a la Fundación La Caixa. Pero son muy pocas las ocasiones en las que se han dejado ver.

El día de su aniversario, Iñaki Urdangarín cumplía con sus tareas cotidianas. Un día más acudía a recoger a su hijo Miguel al colegio en el que cursa sus estudios. Ataviado de manera informal con pantalón de vestir gris, camisa azul y deportivas, conversaba animadamente con uno de los padres de alguno de los compañeros de clase de sus hijos. Extremadamente delgado, su semblante, más sonriente que los últimos meses, denotaba la lógica preocupación del momento.

Tras reunirse con su hijo Miguel, padre e hijo emprendieron el camino de regreso a casa, donde celebrarían el 15 aniversario en la más estricta intimidad familiar.