Pedirán prisión permanente revisable para Ana Julia, que teme al jurado popular
Ana Julia no ha querido manifestarse cuando el juez le ha comunicado los delitos. Le han preguntado expresamente si quería decir algo, pero ella ha rehusado a ese derecho. Será juzgada por asesinato y un delito doble contra la integridad moral. La detención ilegal queda subsumida, porque aunque sí le raptó presuntamente lo hizo para matarle. Llevárselo fue el medio para asesinarlo. En nuestro sistema garantista no se le podría condenar por tanto por ambos delitos y sumar la pena, como ha ocurrido en otros casos de asesinatos mediáticos, los hijos de Bretón o Asunta. El juez cree probado que Ana Julia Quezada planificó la muerte del pequeño, por celos, lo asfixió con sus propias manos y los enterró durante días, aumentando el sufrimiento de los padres, fingiendo y poniendo pruebas falsas durante la búsqueda, como la camiseta de Gabriel que compró con anterioridad y se la probó al pequeño para conseguir que quedara plasmado el ADN. Los abogados de los padres han pedido que se practiquen nuevas pruebas para reforzar el ensañamiento, ya que tienen claro que el niño fue golpeado en la cabeza con una pala, recibió un hachazo en una mano para meterlo dentro del enterramiento, y cuando los desenterró para trasladarlo en su vehículo volvió a maltratar el cadáver cuando lo depositaba en el maletero. Las tres acusaciones, Fiscalía, particular y popular pedirán que sea condenada a prisión permanente revisable por lo terrorífico del crimen. Recordemos que el juez destacó el “macabro plan” de Ana Julia y recalcó en un auto el momento en el que ella condujo maldiciendo al pequeño. "Vertiendo expresiones vejatorias que revelan una falta de sentimientos y humanidad…". No sabía que llevaba en su vehículo instalada una cámara y un micro. La escuchaban perfectamente hasta que fue detenida in fraganti. Tan graves fueron los insultos que el juez quiso que se escucharan y Ana Julia, en la sala del juzgado calificó sus palabras de pura crueldad. Ana Julia se enfrentará a un jurado popular. Nueve ciudadanos de Almería, que según su defensa no podrán ser imparciales. Por eso quizá intentarán luchar por un jurado profesional, algo improbable.