El joven apuñalado este fin de semana en el metro de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) cuando intentó defender a su novia de un grupo que la había agredido sexualmente en un ascensor se salvó porque “el arma no se clavó recta, sino de costado”, según han contado uno de los técnicos sanitarrios que le socorrieron. Germán Soleres ha explicado que "quién lo hizo sabía dónde pinchaba”.