Tomás apuñaló con dos cuchillos distintos a Rebeca

Con la cabeza gacha, encapuchado y entre gritos llegaba Tomás Maestre a los juzgados de Laredo, asesino confeso de Rebeca, su exnovia. Pasaron juntos la nochevieja, la última vez que se les vio así en público, contentos, sonrientes, al menos en apariencia, nada hacía prever que solo dos días después Tomás la asesinaría brutalmente. Habían mantenido una relación tóxica desde hacía año y medio. Intermitente, aseguran quienes los conocían, con celos y discusiones a las que ella había puesto fin, una decisión que él no admitió. Tomás se presentó en su casa en la madrugada de ayer, llamó al timbre con insistencia, aporreando la puerta hasta que le abrieron y comenzó a golpear a Rebeca. La apuñaló más de veinte veces con dos cuchillos distintos, en el pecho y en el cuello, hasta que Rebeca no pudo más, poco después se entregó a la policía. Ha estado cerca de dos horas declarando ante el juez, que ha decretado su ingreso en prisión, hoy pasará su primera noche en la cárcel de Dueso, tras robarle la vida a la joven Rebeca.