Encerrados en una caja y lanzados al agua mientras suplicaban por su vida: juicio por la muerte de dos traficantes
Un hombre de 28 años está acusado del asesinato de la pareja
Cory Breton y Iuliana Triscaru, que se dedicaban al tráfico de drogas, murieron ahogados
Se celebra el juicio para hacer justicia por un "acto increíblemente malvado"
Cory Breton y Iuliana Triscaru fueron víctimas mortales de un “acto increíblemente malvado”. La pareja, que se dedicaba al tráfico de drogas, fue asaltada, atada y encerrada en una caja metálica que después lanzaron al agua para que se hundiese con ellos dentro. En vano, en los instantes finales gritaron y suplicaron por su vida antes de morir ahogados. Así lo sostiene la acusación en el juicio que se celebra ahora contra Tuhirangi-Thomas Tahiata, el joven de 28 años acusado del asesinato de la pareja el 24 de enero de 2016.
Disparó contra la caja y la perforaron con un martillo para hundirla
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Según se ha escuchado durante la sesión, los cuerpos de ambos fueron encontrados en descomposición en una laguna en Scrubby Creek, Kingston, Australia, pero el presunto autor del crimen niega el asesinato. De acuerdo al fiscal David Meredith, sin embargo, la realidad es muy distinta: ayudado por otro hombre, Tahiata metió en un vehículo la caja de metal con los dos traficantes de droga dentro. Después, condujo con su ayudante hasta la laguna, donde sacaron la caja del coche mientras la pareja gritaba que les sacasen de allí. Tras ello, presuntamente, el hombre que acompañaba a Tahiata, –coacusado en el juicio–, empujó la caja al agua. En ese momento, recoge Daily Mail citando las palabras de la acusación, los gritos de pánico y súplica que emitían las víctimas desde el interior se hacía aún más fuerte. Sin embargo, la única respuesta que obtuvieron fue la muerte. “Es hora de morir”, es lo que habría dicho Tahiata antes de abrir fuego contra la caja para silenciarles. Después, le dio al otro hombre un martillo para que perforase la caja y facilitase su hundimiento.
"Lo hizo porque alguien se lo pidió"
Tahiata alentó a su ayudante a causar la muerte de ambos, sostiene el fiscal, que apunta que el motivo por el cual acabaron con sus vidas tenía que ver con la orden de otros: “Tahiata apenas conocía a Iuliana Triscari y no conocía a Cory Breton. Lo hizo porque alguien se lo pidió, no porque él mismo tuviese un motivo”.
Pese a que llegó a confesar a los investigadores y llevó a los agentes al lugar de los hechos, como recoge el medio australiano News, el acusado niega los cargos y asegura que no va a “cargar la culpa de algo que hicieron otros”.
El juicio, no obstante, continúa.