Bernardo Montoya declara ante el juez por el asesinato de Laura Luelmo

Poco antes de las 8 de la tarde Bernardo Montoya era trasladado ante la jueza. Hasta allí ha llegado rodeado de numerosos agentes. A primera hora le veíamos salir de nuevo esposado y agachado para no mostrar su cara. Así ha sido llevado hasta el coche de la guardia civil. Alrededor un grupo de vecinos que le han insultado e incluso han llegado a golpea el vehículo.

Los agentes han tenido que separarlos para facilitar la salida, destino el juzgado. Pero antes de ser llamado por la jueza a declarar ha pasado horas en otro cuartel cercano de la benemérita, porque las instalaciones de este juzgado no tienen calabozos.

Hasta esos juzgados llegaban los abogados, la defensa de la familia lo tiene claro. Allí han estado leyendo las diligencias policiales y los informes que contiene el sumario. Entre ellos los datos clave de la investigación, por ejemplo las pruebas encontradas en la vivienda de Bernardo Montoya

Todo ello ha servido para que Bernardo Montoya salga directo a la cárcel, máximo 72 horas para decidir si bien va a prisión o decreta su libertad a la espera de las diligencias.

El letrado Servando Carranza que ha asistido desde su detención al autor confeso de la joven Laura Luelmo, ha renunciado a su defensa al considerar que es "lo más oportuno", según ha informado a Europa Press el citado abogado que le correspondió por oficio.

La Guardia Civil halló el pasado jueves 20 de diciembre una manta con restos de sangre en el punto kilométrico 167 de la N-435. Un lugar cercano a Las Mimbreras, el paraje donde encontraron el cuerpo de la joven el pasado lunes. Asimismo, en el camino de acceso al cementerio de El Campillo recuperaron una bolsa de plástico con las llaves del coche y el domicilio de la profesora, el monedero y enseres de higiene.

Diversas fuentes policiales apuntan que la manta con restos de sangre está pendiente del análisis científico, aunque todos los indicios apuntan a que se trata de restos de la maestra de 26 años natural de Zamora. Tanto a la manta como a la bolsa de plástico han llegado los investigadores tras el interrogatorio de Bernardo Montoya, autor confeso del crimen. Asimismo, han confirmado que las llaves son del Kia de la joven.