Tres camiones con 20.000 kilos de ayuda humanitaria cada uno salen de Cibeles (Madrid) con destino al Sáhara

El material procede de la generosidad de los madrileños, que han recogido 18 asociaciones amigas del pueblo saharaui durante casi dos meses. La carga ha llenado los tres camiones que partían hacia el puerto de Alicante para ser donada a la Media Luna Roja Saharaui que, en los campamentos, se encarga de almacenar y repartir entre la población refugiada.

Este año, además de la ayuda alimentaria, unos 20.000 kilos en cada camión, también se envía material higiénico, camas, colchones, ropa de cama y toallas para los hospitales.

Según han explicado las asociaciones, la situación en los campamentos de refugiados saharauis sigue siendo preocupante ya que es necesario cubrir las necesidades básicas no cubiertas por los programas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Es por ello que las distintas asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui se ven obligadas hacer recogidas de alimentos no perecederos para poner remedio a las elevadas tasas de anemia y malnutrición entre la población.

PRIMERA VISITA INSTITUCIONAL EN 30 AÑOS

El tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente, ha estado presente en la despedida de los camiones. Hace una semana viajaba con concejales de todos los grupos al Sáhara en la primera visita institucional del Ayuntamiento de Madrid tras 30 años de cooperación.

El viaje fue la materialización de una declaración institucional aprobada en 2016 por todos los grupos después de los distintos actos de reconocimiento y solidaridad con el Sáhara en busca de una solución negociada y de una paz duradera. La comitiva municipal se trasladó al Sáhara para conocer de primera mano la realidad de los campamentos saharauis y ver cómo puede mejorar la cooperación en marcha. También se entrevistaron con el presidente de la República Saharaui, Brahim Gali.

La cooperación con el Sáhara es una tradición en el Ayuntamiento de Madrid desde hace 30 años. Su principal exponente es el programa 'Vacaciones en paz', apoyado por el Consistorio, por el que los niños y niñas del desierto llegan a Madrid en verano, con los meses más duros, y además de disfrutar de otra realidad, pasan por los reconocimientos médicos que necesitan.