Cataluña se viste de blanco ante un temporal que obliga al cierre de colegios y carreteras

Desde las tierras bajas al nivel del mar, en las calles de Barcelona, hasta los pueblos más altos del interior de Cataluña se percibe la misma realidad: “Es un día diferente”. Uno especialmente duro si uno es camionero y le ha pillado el trayecto en algún punto de la comunidad autónoma. La prohibición de circular para vehículos pesados mantiene detenidos desde ayer a 6.500 vehículos. Tampoco hay transporte escolar. No todas las escuelas han abierto: hay 272 centros cerrados, y el tiempo libre se nota bastante en localidades como Vic, donde se han podido ver escenas con trineos en lugar de carritos de bebé y a los operarios municipales saturados de trabajo, “vigilando que la gente no patine”, un objetivo bastante complicado ante tal panorama.

En las carreteras, las cadenas hacen falta para transitar por muchos lugares de las sierras de la provincia de Barcelona, y los conductores permanecen alerta ante la posibilidad de nuevas restricciones.