Los clavadistas ofrecen sus mejores saltos en las Azores

Se juegan la vida por el salto perfecto. En el mundial de clavadistas no hay miedo. Al menos, no, entre los saltadores que se lanzan al agua desde altísimos acantilados.

Entre rocas volcánicas y a 27 metros de altura se sitúan estos clavadistas para realizar saltos de vértigo. Es la tercera prueba del mundial de este deporte, los mejores amigos de la gravedad. Y entre todos ellos hay alguien que ha subido a lo más alto: la australiana Rhiannan Iffland. Es la primera mujer de la historia que se atreve con un ejercicio tan difícil y lo ha conseguido. Pero además se ha llevado el segundo 10 de la historia.

Sin miedo a saltar al precipicio, el estadounidense Steven LoBue continúa liderando el campeonato. Desde los barcos observan un espectáculo en el que arriesgan la vida, pero cobran muy poco. Entre 3.000 mil y 6.000 mil euros el premio. La mayoría necesita otro trabajo y aun así lucen sus sonrisas bajo el agua

Tal vez ayude a la alegría el lugar, el paraíso de las Azores. Es la única fecha del campeonato en la que saltan desde enormes acantilados. Unas acrobacias que huelen a verano y el paisaje perfecto para celebrar que están locos por la vida.