Entre los 44 inmigrantes que llegaron ayer a la costa de Conil de la Frontera, en Cádiz, se encontraba una niña. Es el rostro amable de la inmigración. La pequeña tiene tres años. Llegó asustada y no hablaba. Los agentes de la Guardia Civil se mostraron muy cariñosos con ella. En la embarcación viajaba sola, sin nadie que la cuidara por lo que los servicios sociales se han hecho cargo de ella.
